Manchester United-Betis | La previa

El Betis, a salir vivo del Teatro de los Sueños

Sergio Canales, a la llega del Betis a San Pablo para volar hasta Manchester.

Sergio Canales, a la llega del Betis a San Pablo para volar hasta Manchester. / Antonio Pizarro

Cuando un niño empieza a darle patadas a una pelota en la calle y elige a sus primeros referentes futbolísticos, sueña con jugar partidos como el que el Real Betis Balompié va a jugar esta noche. Y Sergio Canales apostó por el verde y el blanco porque anhelaba sentirse el futbolista pleno que hoy se siente y, al mismo tiempo, jugar partidos del tronío del que se le presenta. Por eso el genial centrocampista cántabro se embarcó en el avión que trasladó a la expedición bética a Manchester. Allí aguarda hoy al vigente campeón de Copa el equipo que en Inglaterra se ha ganado el derecho a llamarse United, a secas. Con la de Uniteds que hay allí.

El Betis visitó al Chelsea en la extinta Recopa (qué bello torneo era) a finales de los noventa. Repitió en Stamford Bridge en la temporada 2005-06, en su única participación en la Champions por ahora, y también en ese torneo holló Anfield, de donde arrancó un meritorio empate a cero que, sin embargo, no le sirvió para colarse en los octavos de final. Y hoy prosigue su periplo entre los ilustres del fútbol inglés con su estreno en Old Trafford, el denominado Teatro de los Sueños.

Esta vez, arrancar un empate a cero sí que tendría un sabor dulce para los heliopolitanos. Si no ganar, y por qué no ganar, al menos salir bien vivos de allí para jugarse el pase dentro de una semana en un Benito Villamarín que será una enorme hoguera verde. Salir vivo del teatro como sea. Para ello, Manuel Pellegrini se cuidará de que sus jugadores no den un paso atrás en sus principios. Que sigan fieles a su estilo valiente, ambicioso. El paso ambicioso que ha instaurado el chileno en el club es el que debe marcar el Betis sobre el prado inglés. Y que luego el juego hable.

El rival juega, claro que sí. Y el Manchester United que maneja el neerlandés Erik Ten Hag juega mucho. Gente tiene para ello, porque el club es de esos que siempre van a fichar lo más granado tenga alrededor, como el Bayern, la Juventus, el Madrid o el Barça. Y hoy lucen en su plantilla De Gea, Varane, Casemiro, Bruno Fernandes, Sancho, Antony, Rushford. O ese imberbe diablillo rojo, con la insolencia de su juventud, que atiende por Garnacho.

Un coloso que, sin embargo, llega herido, dolido, muy escocido. Salir de Anfield con un 7-0 en contra tiene demasiado recorrido como para que no se refleje en el pleito de hoy. Y está en el Betis que ese costurón no suture.

Los ingleses saldrán decididos a hacerse perdonar cuanto antes por su grey y volver a ese imponente paso victorioso que llevaban y que se llevó por delante incluso al Barcelona de Xavi Hernández en la anterior eliminatoria de la Europa League. Entonces, el Manchester evidenció ante los ojos de los aficionados españoles que ha recuperado parte de su perdida grandeza. Que Ten Hag sí ha armado un bloque que potencia las cualidades de muchos de sus individuos. Un mecano donde parece que seguirá una pieza clave, el ex madridista Casemiro. Salió tocado ante el Liverpool, pero parece que estará ante el Betis.

Tampoco ese apunte debe perturbar el plan del Betis, que sabe que tendrá luego hora y media larga en el Villamarín para romper todo pronóstico y tumbar al favorito. Hay que salir vivo hoy de allí. Aguantar los embates, que los habrá. Y salir en cuanto se pueda hacia De Gea con decisión y hombres, como siempre.

Adivinar el equipo inicial que disponga Pellegrini es jugar a las quinielas, pues hasta un titular fijo, como es Canales, acaba de salir de una lesión y en tres días hay otra cita de mucho peso ante un Villarreal que quiere engancharse al vagón de los aspirantes a la Champions. Compitió tan, tan bien el Betis ante el Madrid el domingo, que no sería de extrañar que repitiera la zaga de cuatro. En el medio, William Carvalho volverá a acompañar a Guido. Parece un partido para que el luso imponga su magisterio. Arriba, salga quien salga, todos valientes. Cuando eran niños, soñaban con jugar partidos así.

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