Betis

La varita esta vez era de Joaquín

  • El Betis vuelve a exhibir su fe en la victoria para conseguirla en el último suspiro en un duelo en el que perdió el control

  • Pellegrini cambió el plan y el capitán y el 'Panda' lo validaron

  • Así jugaron los futbolistas del Betis

La pizarra del Betis

La pizarra del Betis / Elaboración propia: Dpto. de Infografía

Ha conseguido Manuel Pellegrini que los partidos del Betis no acaben hasta que el árbitro señale el final, una cualidad desaparecida en Heliópolis y que ahora le sirve para ganar esos puntos que permiten alcanzar los objetivos marcados. No fue el mejor encuentro del equipo bético, que fue perdiendo el control del juego hasta meter al Alavés en el partido, pero siempre le quedó espacio para una aparición decisiva como la que ejecutó Joaquín.

Le estaba costando entrar en acción al capitán, al que Pellegrini todavía quiere exprimir en esos minutos en los que puede ser decisivo. Y en Mendizorroza Joaquín sacó la varita para desequilibrar el marcador, con la colaboración de Fekir, el lanzador que vio el espacio, y Borja Iglesias, el ejecutor que realizó el movimiento adecuado en el momento justo.

Joaquín, brazos en jarra, fue decisivo. Joaquín, brazos en jarra, fue decisivo.

Joaquín, brazos en jarra, fue decisivo. / Europa Press

Había comenzado el Betis con cinco cambios en el once con respecto a Villarreal y, sobre todo, el regreso de Canales, pero del dominio inicial apenas quedó un remate de Fekir que rebotó en el cuerpo de Pacheco. El Alavés, con juego directo, se fue metiendo en el partido e incluso gozó de ocasiones que pudieron complicar a los verdiblancos, que tuvieron la fe hasta el final para llevarse la victoria.

Defensa

Si en el primer acto las complicaciones llegaron sobre todo por errores propios –indecisiones de Édgar o malos despejes de Álex Moreno y Bartra–, el Betis sí sufrió más después cuando el juego directo del Alavés fue encontrando a Joselu.

Marc Bartra golpea el balón. Marc Bartra golpea el balón.

Marc Bartra golpea el balón. / Europa Press

Además, sin el control del balón, el partido se fue abriendo hasta convertirse en un ida y vuelta que complicó a Guardado, ya sin fuerzas para sostener la medular.

Ataque

Con la misma composición del once quedó claro el plan de Pellegrini. Canales y Rodri, que partían sobre el papel desde las bandas, se metían por dentro para combinar con William Carvalho y Fekir, para que Bellerín y Álex Moreno ocupasen las alas en el ataque. De esa forma, el Betis dominó durante la primera media hora, aunque apenas acumuló acercamientos al gol, más allá de sendos disparos de Rodri y, sobre todo, Fekir.

Pasada la hora de partido, Pellegrini cambió el plan. Joaquín y Tello saltaron al césped por Rodri y Canales –éste enfadado tras fallar una ocasión muy parecida a la que transformó en Granada– para abrir el campo y aprovechar esos espacios que ya habían empezado a aparecer.

Los jugadores del Betis celebran el 0-1. Los jugadores del Betis celebran el 0-1.

Los jugadores del Betis celebran el 0-1. / Europa Press

El portuense, muy enchufado y queriendo demostrar que todavía puede ser importante, generó desequilibrio hasta esa acción final del 0-1 que empezó en Rui Silva –buena salida y lanzando el contragolpe–, continuó en William Carvalho y acabó en los pies de Fekir. De la magia del francés se pasó a la varita de Joaquín y al decisivo gol del Panda.

Virtudes

La búsqueda de soluciones en un partido que se puso a contraestilo; y la fe para creer en el triunfo.

Talón de Aquiles

Le faltó remate cuando tuvo el dominio; le faltó firmeza atrás y le pudo costar caro.

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