Eibar - Betis

Enrich castiga el conservadurismo del Betis (1-1)

  • Los de Pellegrini dejan escapar la primera oportunidad para sellar el regreso a Europa tras adelantarse con gol de Guardado

  • Los verdiblancos perdieron el control tras el descanso y el delantero logró el empate con la testa

Emerson pugna con Kevin Rodrigues.

Emerson pugna con Kevin Rodrigues. / Javier Etxezarreta / Efe

El Betis tendrá que esperar para abrir la puerta de Europa. Cuando todo parecía encaminado a sellar el regreso a las competiciones continentales, con el 0-1 y más ocasiones en el primer acto, Sergi Enrich castigó el conservadurismo de los verdiblancos, que fueron dando pasos atrás hasta acabar metidos en el área de Claudio Bravo, en toda una invitación al Eibar, el equipo que más centros al área realiza de la Liga.

Y así se dejó el Betis dos puntos que hubieran sellado su clasificación europea. No se le puede achacar a los heliopolitanos falta de actitud o derroche de energía, pero ni los futbolistas, ni tampoco esta vez Manuel Pellegrini con sus cambios, fueron capaces de variar la dinámica de un segundo tiempo que ya se inclinó hacia la portería de Bravo, hasta que Enrich halló un gran centro de Correa para superar a Bartra y al portero chileno.

El partido había comenzado con el guión diseñado por Pellegrini. El técnico, que refrescó el once dejando incluso a Canales en el banquillo, dispuso a un Betis con las líneas juntas para que aprovechar los espacios que el Eibar suele dejar a sus espaldas. Diego Lainez encontró metros para acercarse al área local y su pase en la frontal a la llegada de Guardado encontró el disparo del mexicano, que tuvo la fortuna de tocar en Atienza para ponérsela imposible a Dmitrovic.

Se le puso el partido de cara al Betis. Que siguió bien puesto en el césped, sin conceder llegadas por las bandas al Eibar y también atento en las segundas jugadas que buscaban a Kike García y Enrich. Y cuando recuperaba el balón, los verdiblancos tiraban rápidos contragolpes. Tello se plantó ante Dmitrovic en el 18’, pero su remate, esquinado, fue desviado por el portero; también Borja Iglesias tuvo su ocasión, con un disparo de primeras en 35 que se fue excesivamente cruzado; y también Fekir, tras un pase de Tello, dispondría de un remate dentro del área que desvió el meta serbio con el pie izquierdo.

Guardado remata para lograr el 0-1. Guardado remata para lograr el 0-1.

Guardado remata para lograr el 0-1. / Javier Etxezarreta / Efe

Del Eibar apenas habían existido noticias, incapaz de derribar, por tierra o por aire, la muralla bética. Quizá la noticia que recibió en el descanso, con el triunfo del Villarreal en Valladolid, animó a los de Mendilibar, que sí metieron una marcha más tras salir de la caseta.

Tampoco es que el cuadro armero inquietase demasiado a Bravo, pero el meta ya empezó a intervenir con un remate de Enrich tras un córner botado por Expósito, o con los continuos centros que ahora sí llegaban, ya fuera por la derecha con Correa o desde la izquierda con Bryan Gil, que había cambiado de ala poco antes del descanso.

Lo peor para el Betis llegaba con la pelota. Las rápidas combinaciones del primer acto ya empezaron a desaparecer. Con Fekir desaparecido en combate, tampoco las fuerzas de Lainez y Tello daban para salir de campo propio, más preocupados ambos en ayudar a los laterales.

No parecía preocuparle demasiado a Pellegrini lo que sucedía sobre el césped, quizá confiando ciegamente en ese sistema defensivo que tan bien le ha funcionado en este tramo del campeonato. La aportación del chileno fue dar entrada a Aitor Rubial por Lainez, buscando esa energía extra tanto para ayudar a Emerson como para buscar un contragolpe que permitiera sentenciar el duelo.

Enrich se lleva el balón tras lograr el empate. Enrich se lleva el balón tras lograr el empate.

Enrich se lleva el balón tras lograr el empate. / Javier Etxezarreta / Efe

Pero el Betis había perdido el control. Guido y Guardado ya jugaban casi pegados a los centrales, ante un Eibar muy limitado y que empujaba más con el corazón, pero sin generar peligro real. Loren y Rodri entraron al partido buscando tener más la pelota, pero del marbellí apenas existieron noticias tras un control y disparo con la zurda nada más pisar el campo. Tampoco la posterior entrada de Canales le dio el balón al Betis, que ya se metía en su área esperando que pasaran los minutos.

Y así llegó el castigo. Primero avisó Expósito, que remató alto desde dentro del área; apenas un minuto después, Correa centró al segundo palo desde la derecha, en un balón que se comieron Bravo y Bartra, y que Enrich cabeceó a la red.

Al menos el Betis resistió el empuje final del Eibar para sumar un punto que lo acerca más a Europa, pero la sensación es que se perdió la primera bala para colocar el sobresaliente a su Liga.

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