Manuel Pellegrini mantiene desde el inicio del curso el mismo discurso sobre Fekir. Es un jugador muy importante para el equipo y su obsesión es recuperarlo. Ha sabido entender el chileno cómo llevarlo, aunque eso le ha costado por el camino una lesión muscular cuando trató de meterlo en el equipo seguramente antes de tiempo. Pero poco a poco el internacional galo va retomando esa chispa competitiva con minutos importantes que se redoblarán ahora sin Isco.

El internacional francés apenas acumula en LaLiga tres titularidades, la de los tres últimos encuentros del Betis en los que no conoce la derrota: victoria en Palma contra el Mallorca, empate frente al Getafe y el triunfo en Cádiz. En esa igualada disputó por primera vez un partido completo desde que se lesionara hace casi un año en Elche, aunque no estaba en los planes del técnico chileno que tuvo que cambiar su idea por la lesión de Isco dejando a Fekir en el campo hasta el final.

En estas tres citas la mejora del futbolista es evidente, respecto a su aparición antes de que recayese con un problema muscular. Y es que reapareció esta campaña contra el Mallorca en Heliópolis el 4 de noviembre jugando unos pocos minutos, para después tener un cuarto de hora en el triunfo frente al Aris Limassol, cuando falló un penalti. Disfrutó de otros 15 minutos ante Las Palmas y en su primera titularidad de la temporada, en Praga ante el Sparta, aguantó sólo el primer tiempo lesionándose muscularmente el 30 de noviembre.

Volvió el 13 de enero contra el Granada jugando poco más de 20 minutos y contra el Barcelona capitaneó la ofensiva contra igualando el 0-2, aunque al final acabaría perdiendo el equipo por 2-4. Ya se veía un Fekir más participativo, móvil y con algo de chispa, aunque todavía falto de confianza y del ritmo competitivo que recordara al Fekir de años atrás.

Contra el Mallorca, hace tres jornadas, disfrutó de su primera titularidad en LaLiga (0-1) y contra el Getafe repitió junto a Isco como hombre más adelantado. Tuvo el 1-0 en una clara ocasión en la que se notó que todavía le falta confianza al querer asegurar un cómodo remate con el interior del pie en vez de reventar la pelota como habría hecho antes. Y en Cádiz retrocedió su posición para jugar en la mediapunta, mostrando una actividad mayor y protagonizando una buena ocasión en la que Ledesma le negó el gol a un buen disparo.