Paco Jémez dirigió ayer, en sesión vespertina, su primer entrenamiento como nuevo técnico del Rayo Vallecano después de firmar el contrato que le ha unido al conjunto madrileño hasta el 30 de junio de 2020.

Jémez llegó a mediodía a la ciudad deportiva del Rayo, firmó su contrato en las oficinas del club y pocas horas después se puso la ropa deportiva de corto para dirigir su primer entrenamiento junto al cuerpo técnico que le acompañará en esta nueva etapa, empezando de esta manera a preparar el encuentro de Liga ante el Betis dentro de dos domingos.

Esta rutina de trabajo en Vallecas no va a ser nueva para él, puesto que entre 2012 y 2016 ya estuvo al frente del Rayo, también en Primera. Tras la destitución de Míchel por los malos resultados, Jémez tiene por delante diez encuentros para intentar enderezar el rumbo del equipo y lograr una permanencia que ahora mismo ven a seis puntos. Antes de empezar primer entrenamiento, el nuevo inquilino del cuadro de Vallecas reunió a sus nuevos jugadores en el vestuario y mantuvo una charla con ellos antes de saltar al césped a la hora prevista. Un primer entrenamiento en el que Jémez contó con el delantero del filial Sergio Moreno, pero no pudo tener en el grupo al lateral derecho peruano Advíncula y al portero macedonio Dimitrievski, con sus selecciones.

Así transcurrió el primer día de Paco Jémez en su vuelta al Rayo, con la mente puesta en el choque ante un Betis ante el que tiene un bagaje de tres victorias, tres empates y dos derrotas. Mientras, en los duelos entre Quique Setién y el preparador cordobés el saldo es de dos triunfos para el técnico bético y uno para el franjirrojo.

Ahora, el nuevo técnico del conjunto madrileño buscará una victoria con la que bajar el grado de crispación que ha supuesto su fichaje por el Rayo, ya que ayer siete peñas rayistas (Bukaneros, Beodos, Mala Vida, Discapacitados, La Franja de Loeches, La Franja Vallecana y Peña El Ascenso) emitieron un comunicado en el que critican la destitución de Míchel y la llegada de Paco Jémez, al que achacan "meteduras de pata y faltas de respeto hacía la masa social" del club.