Real Sociedad - Betis | La crónica

A Setién le comen la reina (2-1)

  • Un Betis cada vez más descosido sufre una justa derrota en Anoeta que le complica la vuelta a Europa

Juanmi dispara a la portería defendida por Pau López.

Juanmi dispara a la portería defendida por Pau López. / Efe

El Betis se trae de San Sebastián una derrota de las que escuecen de verdad, por la altura de temporada en la que nos encontramos, a sólo ocho jornadas para la meta, porque cae tras un tropiezo en casa ante el Barça y un escuálido empate en Vallecas, y porque las señales que ofrece la formación verdiblanca no son precisamente positivas. Fue justa la derrota. No hay paliativos. Y el margen de error es cada vez más angosto: seis puntos separan al Betis de la zona europea, que le marca el vecino, y siete de la Champions. Y ya son 24 los que quedan por litigar. Las mejores imágenes del encuentro

A la formación heliopolitana, también al estratega que los dirige, les urgía un golpe en la mesa para acallar a los agnósticos que rodean a los setienistas. Una victoria convincente para rearmarse ante lo que queda, que a corto plazo es serio: este domingo salta al Villamarín un Villarreal que se juega la vida y el Sábado de Pasión espera el Sevilla en Nervión con ansias de ajustar cuentas.

Tendrá el Betis que descubrir de una puñetera vez la llave maestra que cierre su área y abra la contraria. Lleva toda la temporada buscándola y no hay manera. El memorable partido del Camp Nou parece hoy un diamante en una caja de tornillos.

Siempre jugó desabrigado en la desapacible noche easonense. La Real, un equipo inofensivo que se encomendaba las últimas semanas al punto de luz que manaba de Oyarzabal, generó  hasta media docena de claras ocasiones. El gol del triunfo vasco, que llegó en el minuto 83 con una volea precisamente de Oyarzabal tras un mágico pase de Juanmi tras pérdida de Lainez, pudo llegar once antes en una contra de Juanmi, o nueve antes en un remate clarísimo de Willian José a quemarropa que se fue alto con todo a favor.

El Betis, justo es decirlo, se pudo poner por delante en una conexión de Jesé y Joaquín (70’), que se topó con el cuerpo de Rulli. El canario y el portuense acababan de ingresar en la hierba por Loren y Lo Celso, respectivamente, y parecía que los verdiblancos irían de verdad, esta vez sí, a por los tres importantísimos puntos. Pero fue un espejismo. De ahí al final, la Real se limitó a aprovechar las concesiones de un equipo lánguido, que se descosió por el medio, con un William Carvalho cansado y un Guardado que prefirió perder metros y taparse por delante de la defensa.

Barragán por Emerson. Feddal por Bartra. Guardado por Joaquín. Y Loren por Jesé. Cuatro fueron los cambios que introdujo Quique Setién en el equipo inicial de Anoeta con respecto al de Vallecas del pasado domingo. Siguió Tello en el ala izquierda, pero esta vez como declarado extremo. Sidnei se abrió tanto a la cal que mutó a lateral.

Y da lo mismo quién juegue. De nuevo la puesta en escena del Betis fue más efectista que efectiva. Otra vez la iniciativa fue suya de salida, otra vez la zaga se plantó lejos de Pau, otra vez Canales empezó con buen son descolgado a la derecha –echando esta vez de menos a su socio Joaquín–. Y Tello titular para que repitiera su fútbol punzante de Vigo. De hecho, el catalán sirvió un pase raso a Lo Celso para que el argentino chutara tal como le vino. Bloqueó el tiro Llorente (7’).

Dos minutos después, Barragán hizo una pared con Canales y colgó un buen centro al segundo palo que cabeceó con escasa fuerza y al centro Loren.

Y desde ese minuto 9 hasta el 40, no se contabilizan más llegadas del Betis dignas de ser anotadas. Porque esta vez, su dominio hueco se diluyó pronto. Y más cuando en un córner –que no fue–, Juanmi remató solo y en semifallo y la pelota se coló entre un bosque de piernas (18’).

Tras el descanso, el Betis salió más decidido, Barragán subió más y Lo Celso al fin conectó por la izquierda con Tello para que éste asistiera a Canales, que marcó a placer (56’). Pero el fuego se apagó pronto en el campo, al tiempo que se avivaría ante los televisores con ese extraño cambio de Lainez por Tello en el 77. A Setién le han comido la reina y se le complica muchísimo la partida de ajedrez por volver a Europa.

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