No pudo ser durante los 120 minutos de partido de la final entre Betis y Valencia y el título de campeón de Copa del Rey se decidió en la tanta de penaltis que pasará a la historia verdiblanca.

Pleno de aciertos béticos en los cinco lanzamientos, todos de jugadores que salieron desde el banquillo. En el Valencia, el joven Musah falló el suyo y otro joven, Juan Miranda, canterano bético, marcaba el quinto y definitivo lanzamiento que daba al Betis su tercera Copa del Rey y desataba la euforia del beticismo.