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SEVILLA/El Real Betis Balompié no volverá al trabajo hasta el próximo martes, algo lógico siguiendo el curso de las recuperaciones necesarias por los futbolistas tras los grandes esfuerzos en los partidos desde el último parón de selecciones. Uno que seguro volverá a irse al igual que en las dos fechas FIFA anteriores será Rui Silva, que venía siendo uno de los protagonistas en la previa del partido ante el Athletic Club coronándose como uno de los principales luchadores por el Trofeo Zamora con un coeficiente de 0.89 y que después de su actuación en la catedral del fútbol nacional se ha consumado como uno de los más determinantes a nivel europeo. Se coloca dentro de los seis primeros en la carrera por este prestigioso galardón y resaltando sus 36 intervenciones en total (4º que más para de LaLiga). Jugó, como de costumbre, el partido completo y fue determinante en el importantísimo punto que han sacado los de Manuel Pellegrini en Bilbao.
De hecho, así mismo reconocía el luso la importancia del resultado: "Ellos salieron muy fuertes, como esperábamos, y nosotros no éramos verticales. El Athletic apretó y tuvo sus ocasione spero aun así nos pusimos por delante. Hay que valorar mucho ese punto porque es muy difícil jugar aquí". Y es que como él mismo dijo tras el duelo, no fue sencillo y el equipo precisó de sus servicios más que nunca para poder puntuar.
Hay muchas ocasiones -y al Betis le ha ocurrido mucho este curso- en las que los porteros deben aparecer cuando a los jugadores de campo les cuesta un poco más ser protagonistas con balón, ocasiones o goles. Eso es lo que directamente ha hecho hoy Rui Silva. El guardameta luso terminó el partido con los siguientes datos: Siete paradas, un 77% de precisión en el pase y un total de 2.38 goles salvados. Lo primero que se debe analizar, evidentemente, es este último dato ya que aunque sea demasiado científico asoma una realidad muy impotante. Interviene en los resultados. Salva a su equipo. Da puntos. Y eso es algo que se le venía pidiendo sobre todo la temporada pasada y que poco a poco lo ha ido sacando a la luz.
Luego, acierta el 76% de los pases que da por partido. Una media bastante interesante y que poco a poco debería mejorar para ser aún más protagonista en el equipo de Manuel Pellegrini. Como ya demostró con Claudio Bravo, la salida de balón es fundamental y ante los de Ernesto Valverde tomó muchos riesgos para favorecer que se mantuviese la posesión del balón y así reducir las pulsaciones del encuentro.
Pero la realidad es que el dato más definitivo fue el de las siete intervenciones. Siete paradas de mucho mérito, bajo palos, a bocajarro, exigiéndose reflejos e incluso animándose a salir y achicar espacios en alguna que otra acción. La importancia de las paradas y lo definitivas que son a la hora de evitar posibles goles del equipo rival es un dato que hoy día también se mida, y en este caso Rui Silva tiene mucho que decir.
A día de hoy es el segundo portero se las cinco grandes ligas europeas que realiza paradas más importantes y que son clave para evitar tantos de los rivales. Con una diferencia de de +5,56, debía haber recibido 15,56 goles. Ha encajado 10 y sólo Peter Gulacsi -+6,34- tiene mejor rendimiento. "Estoy contento por hacer mi trabajo y ayudar al equipo. Salió casi todo bien, porque no logramos la victoria. El punto hay que valorarlo mucho, porque es muy dificl jugar aquí. Ya sabemos lo que es jugar en San Mamés ante un gran rival", decía al final del partido.
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