Esta semana el Betis anda de reuniones con los distintos colectivos afectados por las obras del nuevo Benito Villamarín, que tendrán un impacto en la zona, para explicar su proyecto a todos los niveles dentro del periodo de alegaciones al avance del estudio de ordenación de la parcela exigido por el Ayuntamiento, que acaba el 25 de marzo.

En la entidad verdiblanca se siguen dando pasos firmes y su calendario está muy definido, aunque podría variar debido al necesario traslado a la Cartuja, que podría retrasarse. Y es que para que el Betis inicie los trabajos en su estadio la Cartuja, que también será remodelada para quitar las pistas de atletismo, debe estar acabada y hay eventos cerrados (y publicitados) que se celebrarán allí hasta mediados de septiembre según su web.

En principio, las obras deben comenzar en el "primer trimestre de 2025", seguramente pegado "a las navidades", indicó Federico Martínez Feria, director general del Betis en Radio Sevilla. Para ello los trabajos en la Cartuja deben estar acabados. Además de retirar las pistas de atletismo, se bajará el césped y se aumentará el aforo en más e 10.000 localidades cara al Mundial en el que España es organizador (junto a Portugal y Marruecos) en 2030. La estimación de plazos en esta intervención es de seis meses, pero hay eventos programados en la Cartuja hasta mediados de septiembre, por lo que los tiempos no casarían con las pretensiones de la entidad heliopolitana.

"Las obras del Benito Villamarín, siendo lo más realistas posible, suponen dos años de calendario. Lo más práctico sería abandonar el estadio e ir a la Cartuja", señaló Martínez Feria, por lo que el inicio de las obras del Benito Villamarín podrían retrasarse en función de cuando acabe (y empiecen) las obras de la Cartuja..