Pellegrini y Maresca, similitudes y secretos en la pizarra para el Betis-Chelsea

El próximo 28 de mayo Manuel Pellegrini y Enzo Maresca se reencontraran en Breslavia para disputar la final de la Conference League como entrenadores de Betis y Chelsea, respectivamente. Y a buen seguro que sobre la hierba del Stadion Wrocław se verá un interesante duelo táctico con ADN compartido entre maestro y pupilo, pues el italiano, que mantiene una estrecha relación con el chileno, ha bebido de la fuente futbolística del actual inquilino del banquillo bético.

El santiaguino tuvo como jugador en el Málaga al hoy preparador del cuadro londinense, dirigiéndolo desde diciembre de 2010 a junio de 2012. Pero no queda ahí la cosa, pues Maresca fue entrenador asistente de Pellegrini en el West Ham de julio de 2018 hasta finales de diciembre de 2019, de ahí que el cuadro blue y el verdiblanco tengan algunas similitudes en la pizarra, aunque también se le nota al entrenador de Pontecagnano Faiano el tiempo que pasó en el Manchester City aprendiendo de Pep Guardiola.

Así, el Betis tendrá delante a un Chelsea con un valor de plantilla de 922 millones de euros (173 millones es el de los heliopolitanos) bien trabajado por su entrenador, con grandes virtudes y también con defectos que el equipo de La Palmera puede aprovechar. Y con una variante que Maresca viene usando en algunos partidos de Premier League bastante interesante dentro de su habitual 4-2-3-1, pasando a un 3-2-2-3 como dibujo.

VIRTUDES

El Chelsea de Maresca usa un esquema táctico idéntico al del Betis: un 4-2-3-1. A partir de ahí, y también como semejanza, suele realizar una fuerte presión en la salida de pelota del rival con el fin de robar en campo contrario, y a partir de ahí, con mucha verticalidad, buscar la portería adversaria. Las transiciones rápidas defensa-ataque, sobre todo buscando la velocidad de los extremos, son posiblemente el arma ofensiva principal del cuadro de Stamford Bridge.

Un equipo muy físico que le mete un ritmo alto a los partidos y con un potente juego aéreo que le permite aprovechar las acciones a balón parado. De hecho, de los 63 goles que el equipo inglés lleva a favor en la Premier, 11 los hizo en este tipo de jugadas. Por ello, en este Chelsea destacan los laterales Malo Gusto y James (derechos) y Cucurella (izquierdo), los centrales Tosin Adarabioyo y Levi Colwill, el doble pivote Enzo Fernández y Moisés Caicedo, los extremos Madueke y Pedro Neto, el mediapunta Cole Palmer y el delantero Nicola Jackson, sin olvidar otros futbolistas de calidad en un amplia plantilla, como Jadon Sancho.

DEFECTOS

El Chelsea tiene un potencial importante en todas sus líneas, pero padece bastantes problemas cuando no tiene la pelota. Ahí es donde el Betis puede hallar una vía importante para hacerle daño. Sobre todo, si Isco es capaz de moverse como pez en el agua a la espalda de Caicedo y Enzo Fernández. De hecho, en el último partido del cuadro de Maresca en la Premier, el pasado viernes ante el Manchester United (victoria por 1-0), sufrió bastante en la primera media hora con la movilidad en esa zona de Bruno Fernandes. Además, al ser un equipo en construcción –es el primer año del técnico italiano– no termina de ser un equipo compacto del todo y tiene problemas defensivos. De hecho, al igual que saca provecho a nivel ofensivo de las jugadas a balón parado, también tiene ahí un punto débil, pues de los 43 goles encajados que suma en la Premier, ha recibido de esta forma 10. Además, a sus zagueros les cuesta defender ante jugadores habilidosos y el Betis los tiene: Antony, Isco, Lo Celso, Jesús, Abde... Por ello, el conjunto verdiblanco tiene argumentos para plantarle cara al Chelsea.

LA VARIANTE DE MARESCA

El Chelsea de Maresca, dentro de su 4-2-3-1, ha introducido en algunos encuentros de la Premier una variante táctica muy interesante. Y es que ese dibujo muta a un 3-2-2-3 de la siguiente manera. La defensa pasa a línea de tres con el lateral izquierdo (Cucurella) actuando como tercer central junto a los dos habituales en el eje (Tosin Adarabioyo y Levi Colwill), mientras que el lateral derecho (Malo Gusto) pasa al doble pivote, dando un paso adelante uno de los dos centrocampistas (Enzo Fernández) para jugar al lado del mediapunta (Palmer) y formar así un cuadrado. Entonces, los dos extremos quedan abiertos, ganando amplitud el equipo londinense a la hora de acompañar al punta (Nicola Jackson).

Esa línea de tres zagueros apoya la salida de la pelota y los dos jugadores que están por delante del cuadrado (Enzo y Palmer) hacen daño en la zona que hay entre la zaga y los medios centro defensivos del oponente, al que obliga además a compactar su centro del campo para no quedar en inferioridad numérica, lo que permite a la vez que los extremos del Chelsea (Madueke y Pedro Neto) queden en situaciones de uno contra uno con los laterales rivales. También esa disposición mantiene a la defensa rival constantemente bajo presión, al buscar los espacios (Nicola Jackson y los extremos) a la espalda de ésta en los que hacer daño.

Y no hay que olvidar el cambio de Palmer, que ha pasado de extremo la temporada pasada en un 4-3-3 a jugar de 10, adaptándose al dibujo de Maresca por su movilidad hacia los lados (especialmente la derecha) para atraer a un medio centro rival con el fin de generar más espacios a aprovechar por sus compañeros de la zona central en conexión con el ataque. Además, Palmer baja a recibir la pelota para girarse y meter pases al espacio. Sin duda, otro aspecto importante dentro de esa variante de Maresca, en este curso, en un Chelsea al que le se nota su mano.