Reumatología

Nuevos retos en artritis reumatoide

  • Los avances terapéuticos están cambiado el panorama de la artritis reumatoide

  • Expertos y pacientes promueven un enfoque multidisciplinar que permita mejorar la asistencia

En esta patología el sistema inmunológico se ve afectado y provoca inflamación en las articulaciones.

En esta patología el sistema inmunológico se ve afectado y provoca inflamación en las articulaciones. / Archivo

La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad reumática inflamatoria crónica que afecta a 420.000 personas en España, de la que unas 84.000 se encuentran en Andalucía y en torno al 80% son mujeres. Según explica el doctor Esteban Rubio, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Virgen del Rocío, “esta es una patología inflamatoria paradigmática de nuestra especialidad por su prevalencia e impacto en la salud. Entre las patologías autoinmunes es una enfermedad que se considera de alta incidencia”. “La patología presenta una base genética y existen otros factores externos, sociales o de estilo de vida, que pueden influir en la probabilidad de desarrollo; no existe un fenotipo único del paciente”, aclara.

En la AR el sistema inmunológico se ve afectado y genera condiciones de inflamación. Además de en las articulaciones, la persistencia de inflamación puede comprometer a otros órganos. “En las últimas décadas la innovación terapéutica ha permitido cambiar la perspectiva de estos pacientes. Hemos mejorado su abordaje y aquellos pacientes que tenían una calidad de vida muy mermada, con una dependencia absoluta o que se veían confinados a la silla de ruedas, hoy día pueden llevar una calidad de vida que podemos considerar muy cercana a la normalidad. A este objetivo contribuyen la llegada de nuevos tratamientos, algunos de ellos orales, que facilitan el cumplimiento terapéutico y suponen menor carga de efectos secundarios o monitorización”.

Para el experto, el abordaje multidisciplinar es esencial para tratar adecuadamente la patología. “En la última década, el reumatólogo se ha apoyado en otros especialistas para atender las complicaciones o comorbilidades que puede presentar la enfermedad, como Cardiología o Neumólogo. En general, el tratamiento reumatológico puede ofrecer un buen control de la enfermedad”, afirma el doctor Esteban. En este sentido, aclara que “solo falta consolidar la comunicación fluida entre Atención Primaria y el especialista en Reumatología ya que, por las mejoras comentadas, estos pacientes van a ser cada vez menos dependientes del hospital”.

Esta cooperación entre niveles y especialidades afecta también a la farmacia hospitalaria. Según Pablo Quintero, responsable de gestión farmacéutica del Hospital Universitario Virgen del Rocío, en Sevilla, es muy importante “la relación fluida y coordinada con Reumatología para consensuar el abordaje de estos pacientes de la forma más más efectiva y eficiente”. Así, subraya que “debemos profundizar en el ámbito de la telemedicina y la telefarmacia, asegurar las estructuras y mecanismos para ello y potenciar que el paciente solo se desplace al hospital cuando realmente lo necesite; es un camino que ya estaba descrito y que la pandemia ha obligado a acelerar”.

La labor del farmacéutico de hospital está enfocada a la gestión del medicamento. En opinión de Quintero, “el ámbito de la artritis reumatoide y las patologías autoinmunes asociadas ha sufrido una revolución terapéutica muy importante gracias a la aparición de medicamentos biológicos, que provocaron un cambio de paradigma respecto a los tratamientos antiinflamatorios clásicos. Esto ha supuesto un cambio importante en la calidad de vida de las personas afectadas, disminuyendo el impacto de la enfermedad y la cantidad de crisis”.

Respecto al incremento del arsenal terapéutico, Carlos Hoyo, director general en España de la compañía Galápagos, afirma que “aunque el abordaje de la artritis reumatoide ha cambiado significativamente en las últimas décadas, todavía existen personas que no responden a las opciones terapéuticas disponibles o pierden eficacia a lo largo del tiempo, por lo que continúan existiendo necesidades médicas no cubiertas en esta área”. Así, esta compañía trabaja para desarrollar y ofrecer medicamentos con nuevos mecanismos de acción que respondan a esas necesidades no cubiertas. Por otro lado, Hoyo subraya que esta patología “no solo supone la inflamación de las articulaciones, sino que provoca un deterioro funcional que puede llegar a ser muy incapacitante. Además, tiene un fuerte impacto social, emocional y laboral”.

En este sentido, el Servicio Andaluz de Salud y la compañía biotecnológica Galapagos firmaron el pasado día 1 de diciembre un convenio de colaboración con el objetivo de aportar valor al sistema sanitario y ofrecer una mejora continua. Este acuerdo sienta las bases para el desarrollo, en los próximos meses, de actividades de promoción, investigación, formación en salud y humanización de espacios en infraestructuras sanitarias.

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