Personalidades 2021

La voz de la vacuna universal

  • Winnie Byanyima, una de las 10 personalidades del año según ‘Nature’, es el rostro visible de quienes piden la liberalización global de patentes

  • Actualmente es directora ejecutiva de Onusida y secretaria general adjunta de Naciones Unidas 

Byanyima, directora ejecutiva de Onusida y cofundadora de la People´s Vaccine Alliance, tiene una larga trayectoria en cooperación internacional.

Byanyima, directora ejecutiva de Onusida y cofundadora de la People´s Vaccine Alliance, tiene una larga trayectoria en cooperación internacional. / I.O.

“Antes de que existieran las vacunas contra Covid-19, Winnie Byanyima sabía que distribuirlas equitativamente sería un desafío. A principios de 2020, fue una de las pocas voces que advirtieron que los países de ingresos bajos y medianos no podían depender únicamente de las donaciones para vacunar a su gente”. Así explica Amy Maxmen en el artículo de Nature dedicado a las diez personalidades más relevantes de 2021 en el ámbito científico quién es Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Onusida y secretaria general adjunta de Naciones Unidas. “La única forma de hacer llegar inyecciones que salvan vidas a todos sería ayudando a tantas empresas como sea posible a fabricarlas y estableciendo sistemas de distribución para llevarlas a donde se necesitan” vaticinó hace casi dos años. Nada de eso ha ocurrido y mucho tienen que cambiar el posicionamiento de la industria y de las autoridades europeas para que ocurra. La pandemia es global y desarrollar burbujas en el primer mundo es inmoral e impracticable.

Defensora acérrima de la justicia social y la igualdad de género, Byanyima lidera el objetivo de Onusida de acabar con la epidemia del Sida en2030. La experiencia de tantos años le sirvió para promover el acuerdo ‘Unidos por una vacuna universal contra la Covid-19’, que aglutinó a más de 140 líderes y expertos mundiales, entre ellos el presidente de Sudáfrica y el presidente de la Unión Africana, Cyril Ramaphosa, el primer ministro de Pakistán, Imran Khan, el presidente de Senegal, Macky Sall y el presidente de Ghana, Nana Addo Dankwa Akufo-Addo, para instar a todos los Gobiernos a unirse para conseguir una vacuna universal.

El escenario real es bien distinto. Ninguna iniciativa internacional sólida ha metido el dedo en la llaga de las leyes de propiedad intelectual y las patentes. La única vía establecida para favorecer la vacunación a los países pobres es la iniciativa Covax, coordinada por Gavi, Vaccine Alliance, Coalition for Epidemic Preparedness Innovations y la OMS y sostenida también por donaciones privadas. Su objetivo es que todos los países participantes, independientemente de sus niveles de ingresos, tendrán el mismo acceso a las vacunas una vez se desarrollen. El objetivo inicial era tener 2.000 mil millones de dosis disponibles para fines de 2021, lo que debería ser suficiente para proteger a las personas vulnerables y de alto riesgo, así como a los trabajadores de la salud de primera línea. Muy lejos de este objetivo, los datos recabados esta semana indican que la iniciativa Covax ha logrado enviar 790 millones de dosis a 92 economías de ingresos bajos y medianos bajos. Pese a estar lejos del objetivo, la cifra no es desdeñable y le ha servido para recibir el Premio Norte-Sur 2021 que otorga el Consejo de Europa.

“Vender una tecnología sanitaria como si fuera un bolso de lujo es inmoral y codicioso”, afirma

La apuesta de Winnie Byanyima no es recurrir a la donación de dinero o vacunas para enviar a los países pobres. Es favorecer globalmente la fabricación para asegurar la autosuficiencia de estos países. Según declaraciones recogidas en Nature, Byanyima sostiene que “esta idea de que se puede vender una tecnología sanitaria que salva vidas de la misma forma que se vende un bolso de lujo no es normal; no deberíamos normalizarlo, no deberíamos respetarlo y deberíamos llamarlo como es: inmoral, codicioso y equivocado”. Byanyima cofundó el grupo de defensa People’s Vaccine Alliance para cambiar esa forma de pensar. Su estrategia ha sido aportar evidencias y argumentos a líderes poderosos para que adopten el apoyo a la equidad de las vacunas como objetivo propio. “Los gobiernos no son santos, pero responden a las demandas de la gente”, subraya.

Winnie Byanyima fue elegida para un mandato de tres años, y terminó trabajando once en el parlamento de su país, Uganda. Dirigió el primer cónclave de mujeres parlamentarias de Uganda y defendió a ultranza las innovadoras disposiciones en materia de igualdad de género de la constitución nacional del posconflicto, de 1995. Asimismo, lideró la creación del Directorio de Género y Desarrollo de la Comisión de la Unión Africana y fue también directora del área de género y desarrollo del Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo.

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