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Percarbonato, ¿qué es y para qué sirve?

Percarbonato

Percarbonato

Seguramente hayas escuchado alguna vez la palabra 'percarbonato' pero no recuerdes exactamente para qué servía. Conviene conocerlo y, sobre todo, tenerlo en nuestro hogar, pues es muy útil y nos puede ayudar muchísimo en la limpieza.

El percarbonato sódico es un compuesto químico con fórmula Na2H3CO6 que encontramos en formato de polvo blanco. Sus características hacen de él un blanqueador ideal, pues no daña los tejidos de nuestra ropa. Además, también se debe destacar que es totalmente natural.

Uno de las diferencias claves de este quitamanchas respecto a los que tenemos en nuestro armario es que los segundos contienen una alta cantidad de sustancias perjudiciales, no solo para nuestro organismo, sino también para el medio ambiente, por lo que usando el primero estaremos alejados de los tóxicos que contienen los detergentes.

Al disolver el percarbonato en agua se descompondrá en dos sustancias. Por un lado, tendremos carbonato de sodio, que servirá para mejorar sus virtudes como detergente; por otro, agua oxigenada, que proporcionará el poder blanqueador.

Su uso se recomienda para lavar ropa clara o de colores fuertes y para utilizarlo hay que, simplemente, añadir en el tambor de la lavadora, junto al jabón habitual que usemos, una cucharada sopera de percarbonato, para luego lavar a unos 30 o 40 grados. Si queremos conseguir un blanqueado todavía mayor, se deben añadir tres cucharadas por 5 kilogramos de ropa.

El percarbonato, un limpiador multiusos

No solo para conseguir un efecto blanqueador en nuestras prendas de ropa es interesante utilizar este compuesto, también se puede usar en otros textiles como paños de cocina o baberos. En estos casos, se debe llenar un recipiente con agua a 60 grados y disolver en él el percarbonato. A continuación introducimos las prendas, las dejamos a remojo toda la noche y, para finalizar, las enjuagamos.

También podremos, con este compuesto, recuperar el color blanco de las toallas, que lavado tras lavado se va yendo, o incluso dejar relucientes las cortinas de baño, ensuciadas por la humedad que suele haber en la zona. Las primeras las introducimos en la lavadora con tres cucharadas de percarbonato, además de nuestro jabón habitual; las segundas, las remojamos durante varias horas en un litro de agua, en el que hayamos disuelto dos cucharadas de este polvo.

Las tazas de porcelana que se van manchando por tomar diariamente en ellas un café tampoco escapan al poder de este compuesto. Tan solo tenemos que disolver dos cucharadas de percarbonato en una botella de un litro de agua caliente y llenamos los recipientes con este líquido. Después de que haya estado actuando durante una hora, los enjuagamos bien y deberían quedar como nuevas.

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