Ocho formas de acabar con la piel seca por el frío
Conviene no abusar del agua caliente, así como beber mucha agua y consumir vitamina C
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Las bajas temperaturas que hacen acto de presencia en esta época del año pueden afectar especialmente a nuestra piel, cuya sensibilidad aumenta, como las posibilidades de sufrir sequedad, poniéndose áspera y escamosa.
El frío hace que los capilares de nuestra piel se contraigan y que, por lo tanto, no llegue suficiente oxigeno a la dermis, lo que provoca una piel seca. Además, las temperaturas bajas también causan que las células de nuestro cuerpo se renueven de manera más lenta, lo que finalmente 'consigue' que en la capa exterior de nuestra piel (epidermis) se produzca tirantez y además que esta no se vea radiante, sino que esté 'apagada'.
Esta sequedad se traduce en una piel enrojecida, unido a una sensación de picor o escozor en algunas zonas. Juntando todo tenemos una situación que, además de ser desagradable e incómoda, afecta a nuestra salud dermatológica.
Vamos a ver una serie de consejos que nos ayudarán a evitar estos problemas y disfrutar de una piel más sana y protegida.
1. Mantener una buena hidratación
Hidratar la piel varias veces al día es fundamental, más aún si sufres problemas como dermatitis atópica o psoriasis.
2. Consumir vitamina C y antioxidantes
Se puede hacer consumiendo naranjas, fresas, kiwis, tomates, espinacas o pimientos rojos y verdes.
3. Evitar el tabaco y el alcohol
Estos generan radicales libres y resecan la piel, por lo que si queremos disfrutar de una buena salud dermatológica se recomienda mantenerlos alejados.
4. Protegernos del frío
Abrigarnos es algo muy importante para proteger a nuestra piel del frío y también hay que prestar especial atención a las zonas que suelen estar descubiertas. Es importante usar gorro, bufanda y guantes que, si es posible, sean de algodón.
5. No abusar de las fuentes de calor
Llegar de la calle con mucho frío y acercarnos al radiador tras ponerlo al máximo para 'entrar en calor' puede ser perjudicial para nuestra piel. Además también le afectará negativamente los cambios bruscos de temperatura.
6. Evitar, en la medida de lo posible, el agua caliente
El agua a temperaturas muy altas reseca la piel, por lo que un baño caliente (algo que apetece mucho en invierno) puede llegar a ser contraproducente.
7. Prestar atención al agua demasiado fría
El agua demasiado fría tampoco es buena para nuestra piel, así que después de lavarnos las manos (si no lo hacemos con agua tibia) es recomendable aplicarnos un poco de crema.
8. Beber mucha agua
Uno de los muchos beneficios que nos aporta el estar hidratados también nos afecta de manera positiva a nuestra piel. Se aconseja beber unos dos litros de agua al día.
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