Así es como los perros reconocen a las malas personas, según un nuevo estudio

Investigación

Un nuevo estudio ha demostrado que los perros pueden interpretar los comportamientos externos y el lenguaje no verbal y asociarlo a la identificación de buenas y 'malas personas'

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Así es como los perros reconocen a las malas personas, según un nuevo estudio
Así es como los perros reconocen a las malas personas, según un nuevo estudio / Pexels
N.F

25 de febrero 2022 - 19:09

La intuición y el radar emocional de los perros son habilidades que van más allá de la propia comprensión y que los vinculan aún más estrechamente con el hombre. Los perros entienden muy bien el lenguaje corporal, pues sus ancestros necesitaban estar atentos a estas señales de peligro en la vida silvestre. Hace algún tiempo se creía que solo eran capaces de detectar las emociones de otros compañeros de especie pero ¿y si te decimos que también pueden hacer lo mismo con nosotros? Un estudio científico así lo corrobora.

Un estudio publicado en Science Direct revela que los peludos pueden distinguir, en una especie de sexto sentido desarrollado por el lenguaje no corporal, a las buenas y 'malas' personas. Incluso pueden llegar a sentir realmente cuando alguien no es amable e, incluso, cuando esa persona es más desagradable, aunque no sea con ellos específicamente. Esto podría ser la causa de por qué se vuelven defensivos con quienes intentan hacer daño a otros o por qué ladran a algunas personas desconocidas.

En la práctica, un perro sabe cuándo una persona está diciendo lo mismo que su cuerpo está expresando y pueden anticipar conductas negativas, aún antes de que se presenten. Entienden las expresiones faciales y, en los perros entrenados, no son necesarias las órdenes verbales, ya que alcanza con un gesto o un simple movimiento de cabeza para que entiendan qué desea el entrenador que haga.

Y para descubrirlo, en este caso, los investigadores idearon un experimento de tres fases.

TRES ETAPAS

Una de las experiencias que formó parte del estudio consistía en abrir una caja. En el primer escenario, una persona intenta abrir la caja y se acerca otra y ofrece su ayuda con palabras amables y actitud colaborativa.

En otro escenario, una persona intenta abrir la caja y hay otra persona, que se niega rotundamente a acercarse a la caja, hablando con voz fuerte.

A continuación, en la última fase, se trató de alimentar al perro, que había estado observando. La persona que había colaborado, en el primer escenario, logró alimentar al perro sin inconvenientes, pero quien se había negado a colaborar, no pudo conseguir que el perro se acercara a él para poder alimentarlo.

Esto demuestra que la parte emocional de los perros juega un papel muy importante en su vida. Tanto es así, que gracias también a su excelente sentido del olfato y su buena memoria, nunca olvidarán si has sido o no, amable y simpático con ellos, aunque haya pasado mucho tiempo.

Asimismo, también se demuestra que los animales no siempre actúan por su propio interés ya que, en este caso, las personas que no ayudaron a sus dueños no se comportaron ni bien ni mal con los perros. El estudio demuestra que los canes sintieron, simplemente, que no estaban siendo buenos con sus dueños.

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