Victoria Hoyos, podóloga: "No es necesario que haya unas condiciones de frío extremas para que aparezcan los sabañones"

Investigación y Tecnología

Pacientes muy fumadores, personas con una mala circulación o aquellas con una delgadez muy extrema tienen mayor predisposición a que les salgan sabañones

Calzados barefoot: "Existe un incremento de lesiones a nivel podológico generadas por no haber hecho una buena transición"

Victoria Hoyos (podóloga).
Victoria Hoyos (Podóloga). / Clínica Hoyos Podología

La llegada del frío deja señales en nuestra piel. Hay muchas partes de nuestro cuerpo que se resienten y los pies, a pesar de ir cubiertos, también lo notan. ¿Has visto alguna vez esas lesiones inflamadas de color rojizo, azulado o amoratado que tienen algunas personas en los pies? Se llama perniosis, también sabañones o eritema pernio y aparecen por una exposición prolongada al frío.

No es la única parte del cuerpo en la que pueden manifestarse. Más bien, suele ser habitual en las llamadas zonas acras, es decir, las manos, orejas, nariz y también los pies. Para ello, la podóloga sevillana, Victoria Hoyos, de la Clínica Hoyos Podología, asegura que "no suelen aparecer en todas las personas de forma frecuente, pero sí en personas con una mala circulación o muy delgadas". 

¿Por qué salen los sabañones?

Los sabañones salen por "una respuesta anómala de la microcirculación al frío, el cual provoca una vasoconstricción, seguida de una vasodilatación en nuestros capilares y venas".

La podóloga asegura que aún se desconoce si el origen proviene de algún factor genético que provoque esa predisposición a padeerlos. "No es necesario que haya unas condiciones de frío extremas para que aparezcan, porque desde el otoño ya venimos observando este tipo de lesiones en personas que tienen cierta predisposición a tenerlas (pacientes muy fumadores, personas con una mala circulación o personas con una delgadez muy extrema como las que sufren anorexia nerviosa)", manifiesta Hoyos.

¿Cómo reconocer los sabañones?

Los sabañones se presentan con unas placas de aspecto violáceo, de forma simétricas y bilaterales y suelen aparecer en "el dorso de los dedos de las manos (las zonas donde están las articulaciones) y en el pie en los dedos, talones o zonas de presión como puede ser el metatarso".

Normalmente, suelen doler o picar, además de que pueden aparecer ampollas en la zona, lo que puede desencadenar complicaciones como grietas o infecciones.

Recomendaciones podológicas

Las lesiones pueden llegar a durar semanas o incluso los meses de más frío del año, y suelen aparecer todos los años sobre la misma época. "En la mayoría de ocasiones se curan de forma espontánea, sin secuelas ni cicatrices, pero hay ocasiones en las que es necesario aplicar cremas que favorezcan la circulación y la regeneración tisular. Si hubiera complicaciones como heridas o úlceras, el tratamiento irá enfocado a tratar esa consecuencia", apunta Victoria Hoyos.

Para evitar esas posibles complicaciones, la mejor acción es la prevención y para ello, la podóloga nos da las siguientes recomendaciones para un cuidado saludable de nuestros pies en esta época de frío:

  • Evitar la exposición directa al frío (poniendo guantes y calcetines de lana merina, por ejemplo, y calentando manos y pies antes de ponerlos).
  • No rascarlos, ni frotarlos en exceso para evitar que se puedan infectar. Si pican mucho, se puede aplicar una crema hidratante o una crema que favorezca la circulación.
  • Evitar el consumo de alcohol y de tabaco, ya que empeoran la circulación y tendremos más probabilidades de sufrirlos.
  • Observar que no cambien de aspecto en el caso de que ya los tengamos. Si así fuera, debemos consultar con nuestro podólogo para que nos ponga el tratamiento adecuado.
  • Mantener secas nuestras manos y nuestros pies. De esta forma, evitaremos que las lesiones empeoren.
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