Nutrición y Bienestar
Los cuatro tipos de vitaminas guardianas del sueño que no deben faltar en tu dieta
El desayuno es una comida muy importante, ya que es la que se realiza tras el mayor período de ayuno, pues de la cena a esta primera del día pasan entre 8 y 12 horas. Además, nos dará la energía que necesitamos para afrontar la jornada, por lo que elegir bien los alimentos que ingeriremos es fundamental. La bollería o cereales industriales, que contienen una gran cantidad de grasas saturadas, es mejor dejarlos a un lado.
En España es muy común acompañar en la primera comida del día al café con una rebanada de pan, a la que normalmente se le añade aceite o algún fiambre. Este desayuno podría no ser tan saludable como parece, pues el estudio Substitutions of Oatmeal and Breakfast Food Alternatives and the Rate of Stroke, publicado en la revista científica Stroke ha concluido con que una dieta que contenga avena en lugar de pan blanco "puede estar asociada con una menor tasa de accidente cerebrovascular".
Por lo tanto, basándonos en los resultados del estudio, en el que se ha analizado la dieta de 2.260 daneses, podríamos tomar la decisión de suprimir el pan blanco de nuestro desayuno y añadir la avena, que nos aportará vitamina B1, B2, B6 y ácido fólico, además de magnesio, selenio, calcio, fósforo, hierro y zinc. La investigación también concluyó con que sustituir de nuestra dieta al huevo por este cereal se asocia con un menor riesgo de sufrir enfermedades hemorrágicas.
La avena, además, es un alimento muy interesante si estamos buscando perder peso, ya que contiene una gran cantidad de fibra, lo que hará que nos sintamos más saciados, algo que se traducirá en que a lo largo del día hayamos ingerido menos calorías. Además, consumir este cereal también ayudará a reducir los niveles del colesterol 'malo'.
La manera más sencilla de introducir la avena en nuestro desayuno es preparándonos un bol en el que este alimento sea uno de los ingredientes. Al cereal podrían acompañarle, por ejemplo, un yogur desnatado, unas rodajas de plátano, un puñado de frutos secos y unos pequeños trozos de nuez.
La avena también podríamos utilizarla para hacer un batido. Simplemente añadimos el cereal al vaso y lo acompañamos de una taza de leche o, si lo vamos a tomar para desayunar, del café. Un pequeño chorro de miel, una cucharadita de crema de cacahuete, un poco de esencia de vainilla o una pizca de canela pueden ser otros ingredientes.
El triptófano es otro componente que encontramos en la avena, por lo que su ingesta por la noche también sería recomendable, ya que este aminoácido es utilizado por el cuerpo para producir melatonina, por lo que nos ayudará a conciliar el sueño más rápido.
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