El Calvario recorre la Madrugá en silencio absoluto con su Cristo de Ocampo

Sevilla/El Calvario se distingue en la Madrugá sevillana por ser conocida como una hermandad del silencio absoluto. Su estación de penitencia presenta dos pasos de profunda sobriedad: el primero muestra a Cristo muerto en la cruz, mientras que en el segundo procesiona la Virgen de la Presentación, conformando un conjunto de gran valor devocional.

El cortejo procesional del Calvario está compuesto por 550 nazarenos que avanzan en riguroso silencio por las calles de Sevilla. La dirección de los pasos corre a cargo de Luis Gómez-Caminero Álvarez para el Cristo y Diego Salas Cañaveral para el palio. Una característica distintiva de esta cofradía es la ausencia total de acompañamiento musical, lo que intensifica el ambiente de recogimiento y meditación.

El patrimonio artístico del Calvario destaca por sus imágenes titulares. El Cristo del Calvario es obra del reconocido escultor Francisco de Ocampo, mientras que la Virgen de la Presentación se atribuye al imaginero Juan de Astorga, ambas tallas de gran calidad técnica y expresiva.

Historia y sedes canónicas

La Hermandad del Calvario tiene sus orígenes en la iglesia de San Ildefonso en 1896, como heredera del importante legado de la Hermandad de los Mulatos, fundada en 1572 y extinguida a finales del siglo XVIII. La talla del Cristo fue inicialmente realizada para recibir culto en una capilla de Santa Catalina.

Evolución histórica

Posteriormente, la imagen cristífera pasó a ser propiedad de una corporación que nació en 1670 en el convento de San Francisco. La cofradía que conocemos en la actualidad experimentó diversos traslados: en 1908 se estableció en la iglesia de San Gregorio, hasta que finalmente se produjo su traslado definitivo a la parroquia de la Magdalena en 1916, donde permanece hasta nuestros días.

La sobriedad y el recogimiento que caracterizan a esta hermandad contrastan con la espectacularidad de otras cofradías de la Madrugá, ofreciendo a los fieles y espectadores una experiencia completamente distinta basada en la austeridad y la introspección espiritual.