Ovación a la Esperanza de Triana en Campana | Semana Santa de Sevilla 2025
La popular cofradía, fundada por ceramistas en 1418 y con sede en su capilla propia desde 1962, desfila con el Cristo de las Tres Caídas y la imagen mariana atribuida a Juan de Astorga
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La Esperanza de Triana se erige como una de las hermandades más populares y multitudinarias de la Semana Santa sevillana. Su estación de penitencia presenta dos pasos de gran devoción: el primero representa a Jesús con la cruz al hombro en su tercera caída, mientras que en el segundo procesiona la venerada Virgen de la Esperanza de Triana, auténtico símbolo del arrabal trianero.
El impresionante cortejo procesional de la cofradía está formado por aproximadamente 3.200 nazarenos. El acompañamiento musical constituye otro de sus elementos distintivos, con la Banda de San Juan Evangelista tras la Cruz de Guía, la de Tres Caídas acompañando al misterio y Las Cigarreras tras el paso de palio.
El patrimonio artístico de la hermandad destaca por sus titulares. El Cristo de las Tres Caídas es atribuido al escultor Marcos Cabrera, mientras que la Virgen de la Esperanza Coronada se vincula al imaginero Juan de Astorga, constituyendo ambas tallas ejemplos sobresalientes de la imaginería procesional sevillana.
Historia y orígenes
Los orígenes de la hermandad se remontan a 1418, cuando miembros del gremio de los ceramistas decidieron fundar la Hermandad de la Esperanza, que posteriormente se unió a la de San Juan en 1542. La fusión con la corporación de las Tres Caídas se produjo en 1616, ocho años después de que esta última fuera fundada.
Sedes y evolución
La cofradía radicó en diversos templos del arrabal trianero hasta que consiguió tener capilla propia en 1815, que posteriormente resultó clausurada con motivo de los sucesos revolucionarios de 1868. Tras este episodio, se trasladó a la parroquia de San Jacinto, permaneciendo allí hasta 1962, cuando se estableció definitivamente en su capilla propia, que tuvo que reconstruir. En 1972 se produjo la fusión con la Sacramental de Santa Ana, ampliando así su dimensión.
La hermandad trianera ha logrado trascender su carácter religioso para convertirse en una seña de identidad cultural del barrio de Triana y de toda Sevilla, manteniendo viva una tradición centenaria que vincula a generaciones de sevillanos con su historia y sus tradiciones.
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