Las joyas de las Cigarreras
La hermandad reúne en el Mercantil gran parte de su vasto patrimonio, tanto actual como histórico. La muestra estará abierta hasta el domingo 25.
Para no perdérsela. La Hermandad de las Cigarreras inauguró anoche en el Círculo Mercantil la exposición Columna y Azotes. Cuatro siglos y medio de historia, arte y devoción en la Hermandad de las Cigarreras, una muestra que se puede visitar desde hoy y hasta el próximo domingo día 25. Se trata de una oportunidad única para admirar en un mismo espacio las joyas que atesora esta histórica hermandad. Por primera vez, se pueden contemplar juntas tres de las imágenes de Cristo titulares que ha tenido la corporación a lo largo de su historia, el boceto en barro del Cristo de la Púrpura que hará el imaginero José Antonio Navarro Arteaga, y otros muchos enseres e imágenes. La muestra se inscribe dentro de los actos que se desarrollan en 2015 como conmemoración de los 50 años del establecimiento de la Hermandad en su actual sede canónica, la capilla de la Fábrica de Tabacos en el barrio de Los Remedios.
La exposición consta de dos zonas diferenciadas. La primera está dedicada a la advocación de la Columna y Azotes, con la que se fundó la corporación penitencial, contiene como piezas más destacadas el Cristo atado a la Columna que fue titular entre 1892 y 1916, hoy de la Hermandad Sacramental con sede en la parroquia de Santiago, de Hinojos (Huelva). Se trata de una obra portentosa de estilo roldanesco que han atribuido de manera reciente a la gubia de Benito de Hita y Castillo. Esta imagen fue cedida a la hermandad por el arzobispo Sanz y Forés. Procedía del extinto convento del Pópulo, de donde pasó a la Parroquia de la Magdalena. Fue trasladado a Hinojos por la intervención del canónigo Muñoz y Pabón y a instancias del cardenal Almaraz. No ha sido fácil que esta fantástica imagen se pueda contemplar en la exposición, aunque finalmente la hermandad consiguió los permisos necesiarios.
Junto al Cristo de Hinojos se sitúan otras dos imágenes que son titulares históricos de las Cigarreras y que, aunque ya no reciben culto, siguen formando parte de su patrimonio. El portentoso Cristo del Dolor de Joaquín Bilbao (1916), del que en 2015 se cumplirán 75 años desde que fuera retirado del culto público, fue encargado por el empeño que tenía Muñoz y Pabón para que la cofradía tuviera una imagen en propiedad. Ha sido sometido a una importante restauración por Enrique Gutiérrez Carrasquilla cuyos resultados se pueden comprobar en la muestra.
La tercera imagen es el Cristo atado a la Columna de Amaro Vázquez (1602) que es el que más tiempo ha sido titular de la corporación. Junto a él, se ha situado los sayones con ropajes "a la turca" (1710-1713) restaurados en el IAPH por la Hermandad de los Dolores (antigua de Servitas) de Sanlúcar de Barrameda y que junto a este Cristo conforman el grupo escultórico que mayor tiempo ha procesionado en la hermandad.
Una novedad es el boceto del Cristo de la Púrpura que ha realizado el imaginero trianero José Antonio Navarro Arteaga. La hermandad procesionó hasta la segunda mitad del siglo XIX con tres pasos. En un aparecía el Cristo de la Púrpura aunque no se conserva en el archivo ninguna documentación que permita conocer cómo era una imagen a la que se le perdió la pista en 1904.
El boceto en barro que se presenta en la exposición muestra a Cristo en un escorzo abrazado a la columna por la izquierda, con la rodilla izquierda apoyada en el suelo mientras recoge la túnica púrpura con la mano derecha. La talla, que es una donación de un grupo de hermanos, podría ser una realidad a finales de este mismo año. La hermandad no tiene intención, al menos por ahora, de hacerlo titular ni de organizarle cultos.
La segunda de las zonas se centra en la evolución histórica de la corporación, teniendo al culto y la devoción como ejes históricos, haciendo especial hincapié en grupos sociales concretos vinculados a la hermandad: los fundadores, los trabajadores de las fábricas tabaqueras, y la Casa Real Española. Se presentan en esta sala numerosas piezas del patrimonio histórico y documental, prácticamente todas restauradas y en estado de conservación óptimo. La pieza central es el manto de la Virgen de la Victoria.
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