El Palquillo

La procesión más esperada de la Virgen de los Reyes

La Virgen de los Reyes, Patrona de Sevilla y su Archidiócesis.

La Virgen de los Reyes, Patrona de Sevilla y su Archidiócesis. / D. S.

La Virgen de los Reyes se reencontrará con sus fieles en la calle dos años después. La Patrona de Sevilla y su Archidiócesis saldrá este próximo martes en procesión extraordinaria. Lo hará por un doble motivo, por el 75 aniversario de la proclamación oficial del patronazgo, un acontecimiento ocurrido en 1946, y por los 350 años de la canonización de Fernando III de Castilla, el rey que entró en la ciudad en 1248 con esta imagen. Aunque la idea inicial era que el paso de la Patrona pudiera situarse a los pies del monumento a San Fernando de la Plaza Nueva, como sucedió, por ejemplo, con motivo de su inauguración, las casetas de la Feria del Libro Antiguo lo impedirán. El acto se celebrará con la Virgen situada en el andén del Ayuntamiento, donde será recibida por la corporación municipal, y el arzobispo depositará un ramo de flores a los pies del monumento.

La pandemia del coronavirus dejó a los sevillanos sin las dos últimas salidas agosteñas de su Patrona. Los índices de contagios y el nivel de alerta en la ciudad desaconsejaban llevar a cabo el tradicional recorrido por las gradas bajas de la Catedral. El Cabildo tenía claro que cuando fuera posible la Virgen de los Reyes saldría en procesión para celebrar las dos importantes efemérides que se cumplen este 2021. Así lo expuso también el arzobispo, monseñor Saiz, en una entrevista publicada en este periódico y en su homilía de la Festividad de la Asunción. El pasado 9 de octubre se dio a conocer la fecha elegida: el martes 7 de diciembre, víspera de la Inmaculada Concepción.

Los detalles de la procesión

La Virgen de los Reyes, en 1946, ante el Ayuntamiento. La Virgen de los Reyes, en 1946, ante el Ayuntamiento.

La Virgen de los Reyes, en 1946, ante el Ayuntamiento. / M. G.

Son varias las novedades que presenta esta salida con respecto a la del 15 de agosto. La primera, el horario. La Patrona saldrá por la tarde, a las cinco, una circunstancia que no es nueva en estas procesiones extemporáneas. El recorrido también diferirá con respecto al tradicional. La Patrona, en su paso de palio de tumbilla, saldrá de la Catedral por la Puerta de San Miguel. Recorrerá la Avenida de la Constitución y llegará al Ayuntamiento, donde tendrá lugar el acto oficial. Posteriormente, regresará al Templo Metropolitano por Granada, Plaza de San Francisco, Hernando Colón, Alemanes, Cardenal Carlos Amigo y Plaza Virgen de los Reyes, para entrar por la Puerta de los Palos en torno a las 19:30. Cuando la Patrona regrese a la Catedral, el paso será situado de nuevo en el Altar del Jubileo, donde habrá un acto presidido por monseñor Saiz. La Catedral permanecerá abierta para que los fieles puedan visitar a la Patrona.

No son estas las únicas novedades de la procesión extraordinaria de la Patrona. El Cabildo ha invitado a participar en la procesión a las hermandades patronales de la provincia, como ya sucedió hace 75 años. El cortejo, encabezado por la cruz patriarcal, empezará a salir a las 16:15 de la Catedral, estará compuesto por unas 1.500 personas. Tras estas representaciones desfilará la Pastoral Juvenil, seguida de los miembros de la asociación de fieles, la representación de la Real Maestranza, la Sacramental del Sagrario, el Consejo de Hermandades, el Cabildo Catedral, el arzobispo y deán de la Catedral. Tras el paso tocará de manera extraordinaria la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla. El capataz es Eduardo Bejarano.

Como en las dos últimas procesiones extraordinarias – en 2004 y 2013– la Virgen de los Reyes lucirá el manto estrenado en 1904 para la coronación canónica. Es una pieza de tisú celeste bordada en plata por el taller de Olmo según un diseño de Herminia Álvarez Udell. En cuanto al exorno floral, estará compuesto por un surtido de flores entre las que no faltarán los tradicionales nardos.

Las visitas de la Patrona al Ayuntamiento

El paso de tumbilla de la Patrona situado frente al monumento a San Fernando. El paso de tumbilla de la Patrona situado frente al monumento a San Fernando.

El paso de tumbilla de la Patrona situado frente al monumento a San Fernando. / D. S.

La última vez que la Virgen de los Reyes visitó el Ayuntamiento fue el 17 de abril de 1988 con motivo del Año Santo Mariano. En esa ocasión, llegó hasta la Plaza de San Francisco, la histórica de la ciudad. La Patrona lució igualmente el manto celeste de 1904. El recorrido fue: salida por la Puerta de los Palos, Placentines, Alemanes, Hernando Colón, Plaza de San Francisco, Avenida de la Constitución y entrada por la Puerta de San Miguel.

Hay que remontarse hasta el 19 de marzo de 1952 para encontrar una ocasión en la que la Virgen de los Reyes fue llevada hasta la Plaza Nueva. Ocurrió con motivo de la clausura de las Santas Misiones. La Patrona fue situada en el andén, delante de la fachada del Ayuntamiento. En esta ocasión salió sin el palio de tumbilla y con el manto morado y toca chantillí. Ante el Consistorio, el cardenal Segura hizo la consagración de Sevilla al Sagrado Corazón e impartió la bendición eucarística.

La celebración de 1946

“Confirmamos y declaramos a la Santísima Virgen, bajo la advocación de Nuestra Señora de los Reyes, Principal Patrona ante Dios de la ciudad y Archidiócesis de Sevilla. Sin que obste nada en contrario”. Así se recogía la buena nueva en el Breve Pontificio redactado en Roma el 16 de junio de 1946 y recibido en Sevilla el 13 de julio. El Papa Pío XII había hecho oficial lo que el pueblo de Sevilla venía reconociendo desde mucho antes. Hace 75 años, los actos centrales por este importante acontecimiento tuvieron lugar en torno al 23 de noviembre, festividad de San Clemente en el que se conmemora la Toma de la Ciudad por San Fernando.

La Virgen de la Esperanza Macarena durante la procesión de 1946. La Virgen de la Esperanza Macarena durante la procesión de 1946.

La Virgen de la Esperanza Macarena durante la procesión de 1946. / M. G.

Tras recibir la noticia, con fecha 5 de septiembre, el cardenal Segura publica una carta pastoral en la que detalla los preparativos para las “fiestas de la declaración del Patronato de Nuestra Señora de los Reyes”. Los actos se programaron para el mes de noviembre. Del 3 al 10 se celebró la Santa Misión Mariana. El acto de clausura fue el vía crucis con el Cristo de la Clemencia de Martínez Montañés hasta la Plaza Nueva.

Esta Santa Misión se celebró antes, entre 3 de octubre y el 6 de noviembre, más allá de la propia capital. Del 15 al 19 de noviembre se celebraron quinarios en las parroquias. El día 20 se programó un Rosario procesional al que asistieron parroquias y hermandades. Durante los días 21, 22 y 23 se celebró un triduo preparatorio en la Catedral.

La Reina de Todos los Santos en la procesión de 1946. La Reina de Todos los Santos en la procesión de 1946.

La Reina de Todos los Santos en la procesión de 1946. / M. G.

Los actos centrales tuvieron lugar el 23 y el 24 de noviembre. Con gran solemnidad se celebró la festividad de San Clemente y la conmemoración de la Reconquista de Sevilla. El domingo 24, a las siete de la mañana, hubo una “gran diana” con diferentes bandas de música. La misa pontifical se celebró a las 9:30 presidida por el nuncio monseñor Cicognani. En la homilía, el cardenal Segura leyó el breve pontificio en el que se declaraba “Celestial Patrona de Sevilla y su Archidiócesis a la Santísima Virgen en su advocación de los Reyes”. Las campanas de la Giralda solemnizaron aún más este momento.

Por la tarde se celebró la gran procesión en la que, además de la Patrona, participaron la Virgen del Pilar de San Pedro, la Amargura, la Reina de Todos los Santos, la Virgen del Valle, la Virgen del Amparo, y la Virgen de la Esperanza Macarena. La comitiva llegó hasta el andén del Ayuntamiento, donde el cardenal dirigió una alocución ante el paso de la Patrona. Tras este acto, el cortejo regresó a la Catedral. El 24 noviembre de 1996, por el 50 aniversario, estaba previsto la celebración de otro gran acto en la Plaza Nueva que tuvo que ser suspendido por la lluvia.

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