Un canario que se vino a morir a Sevilla. Un vecino del Arenal presumido, con el alma inquieta y un coche amarillo. Baltasar de Zárate y Peraza de Ayala (Santa Cruz de Tenerife, 1944-Sevilla, 2015) hace tiempo que dejó de cuidarse. La muerte le sorprendió cuando no llevaba ni un año jubilado como tesorero del Ayuntamiento de Sevilla. Vino a la capital andaluza a vivir (consumir) los últimos años de su trayectoria profesional. En su currículum siempre destacará su etapa en la política nacional. Junto a unos amigos voló de Tenerife a Madrid en 1982 para conocer en persona a Adolfo Suárez y formar parte de la nueva aventura política del abulense, gigante de la política española al que admiraba profundamente. Licenciado en Derecho, ingresó en el cuerpo de interventores y tesoreros de la Administración local, fue letrado de las comunidades autónomas y finalmente ejerció como tesorero del Ayuntamiento de Sevilla, plaza que ganó por méritos.

De 1982 a 1993 ejerció de diputado del CDS en la Carrera de San Jerónimo como cabeza de lista por Santa Cruz de Tenerife, un diputado del que la prensa llegó a afirmar que daba el "coñazo" al Gobierno de Felipe González con sus continuas preguntas, interpelaciones y toda suerte de fiscalizaciones. Estuvo once años a la vera de Suárez, al que recordaba siempre como "educado y cariñoso", como declaró con motivo de la muerte del primer presidente de la Democracia: "En sus palabras se intuía su disgusto con el Rey, pero nunca decía directamente nada negativo del Rey, jamás. Pero sus interlocutores nos dábamos cuenta de ese sentimiento de disgusto, se dejaba entrever que el Rey prescindió de él porque estaba deseoso de que hubiera ya un presidente del Gobierno socialista. La verdad es que al Rey y a Felipe González les venía muy bien el cambio en el poder".

Zárate recordaba también entonces que la fundación del CDS obligó a fuertes sacrificios económicos. Se tuvieron que firmar muchos avales para conseguir financiación para el partido. "Adolfo Suárez lo dio todo. Y el mayor disgusto que se llevó, nunca se me olvida, fue cuando le embargaron su casa ubicada en la misma muralla de Ávila. Con ella perdió toda una referencia familiar. Le dolió muchísimo".

Zárate era caballero de la orden de San Juan Evangelista de La Laguna, miembro de la Academia Melitense Hispana, un orgulloso caballero de obediencia de la Soberana Orden de Malta, caballero del Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid y caballero maestrante de Castilla.

En su etapa como tesorero participó en la refinanciación de la deuda municipal en 2008. Las existencias en el acta de arqueo en octubre de 2003 eran de 11,9 millones de euros. Y a fecha de 31 de diciembre de 2014, último año completo de su gestión, fueron de 103,1 millones. Quizás las gestiones más complejas para él fueron las de hacer frente a la aplicación de toda la normativa de ajuste provocada por la crisis económica y financiera a partir de 2011.