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Sevilla

El Alamillo se asfixia

Los pinos del Parque del Alamillo se mueren estrangulados por sus propias raíces. Su estabilidad se debilita y el riesgo de caídas aumenta, lo que ha llevado a la Junta a ordenar la tala del 95% de los pinos piñoneros distribuidos por todo el recinto por seguridad. El pulmón verde de la ciudad, como también es conocido este parque, se queda con 620 árboles menos.

El origen del problema está en su plantación, en el año 1987 -antes de la inauguración del parque, en 1993- según confirman desde la Junta. En esta época se adquirieron unos mil pinos, entre otros ejemplares, para la repoblación de la zona. Pero estos permanecieron más tiempo de lo debido en macetas o con las raíces escayoladas antes de ser replantados. Las raíces no tenían espacio suficiente para crecer y, en lugar de expandirse hacia abajo o de forma lateral, se fueron enrollando en el tronco. Una vez plantados en el parque, las raíces siguieron desarrollándose mal, rodeando el tronco en su base enterrada bajo tierra. El problema era "imperceptible", según apuntan desde la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA), entidad adscrita al parque.

Esta malformación ha provocado que la sección del tronco se haya ido reduciendo paulatinamente hasta aproximadamente la mitad del diámetro que debería tener en su base bajo tierra. Creciendo, además "con forma de lápiz, muy espigados por arriba", aclaran desde Ecologistas en Acción Sevilla. Como consecuencia, los árboles no tienen estabilidad y el problema se ha ido agudizando con el tiempo, "sin que exista medio posible para evitarlo", según la Junta.

Laura Soler, coordinadora de Ecologistas en Acción Sevilla, recuerda cómo en 1998, durante el vendaval que derrumbó el muro del Bazar España, causando cinco víctimas mortales, se cayeron alrededor de 300 pinos del parque metropolitano. Tal como confirman desde la Junta, en aquel momento, se consideró este temporal como la causa de la caída de árboles. Hace dos años, según relata Soler, la situación volvió a repetirse. En esta ocasión, fueron unos cien árboles los que se cayeron y las adversidades climatológicas de nuevo la causa oficial.

En los últimos meses, varios árboles de gran porte se han derrumbado de nuevo en distintas zonas del parque, pero esta vez sin un motivo que lo justificase, según apuntan desde AVRA. Fueron los técnicos de este organismo lo que comenzaron a investigar y a analizar los árboles afectados, hasta descubrir que "prácticamente la totalidad de la población existente en el parque", censada actualmente en 657 ejemplares, sufre un estrangulamiento del tronco en su base enterrada como consecuencia de un mal desarrollo de las raíces. Se trata de árboles de unos 13 metros de altura, aproximadamente. "Su tronco es de unos cinco metros y su copa tiene un diámetro de unos 8 metros", informa Adolfo Fernández, director del Parque del Alamillo.

Este lunes se inició la tala, un trabajo que se prolongará hasta mediados de la próxima semana, tal como confirman desde la Junta. "No existe ningún indicio que señale cuál va a ser el siguiente en caer", por ello, "por seguridad", se va a talar el 95% de los pinos del recinto y apuntalar el otro 5% restante, confirman fuentes de la Administración andaluza. La tala se están desarrollando "a buen ritmo", cercando las zonas en las que se trabaja para evitar el acceso de los usuarios del parque.

Por otro lado, se apuntalarán aquellos árboles más cercanos a las puertas de acceso, el Cortijo del Alamillo y la parte central del parque, que incluye la zona del hórreo, el crucero y el monumento al Quijote, para mantener la sombra, ya que se trata de las zonas más frecuentadas.

De momento, sólo se ha aprobado el presupuesto de la retirada de pinos, que asciende a 9.000 euros, según confirma la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía. Los costes del apuntalado y de la reforestación aún no están cerrados.

Desde el Partido Popular, el parlamentario Jaime Raymaud asegura que la formación pedirá explicaciones a la consejera de Medio Ambiente sobre la decisión que se ha tomado al respecto. Asimismo, apunta que pedirán "responsabilidades a quienes fueron en su momento los causantes de lo que ahora se ha traducido en esta triste tala".

Ecologistas en Acción, por su parte, entiende que prevalezca la seguridad ante el peligro de caídas: "No nos gusta la idea de que talen 600 árboles pero garantizar la seguridad de los usuarios está por encima de todo", apunta Laura Soler, de Ecologistas en Acción Sevilla. No obstante, solicita una "reunión urgente" con la Junta y la dirección del parque con el propósito de conocer el informe técnico y ver si realmente no existía alternativa a la tala. "Nos hubiera gustado que nos hubieran avisado cuando tuvieron constancia del problema y haber organizado un debate participativo", apunta Soler.

La entidad desea, asimismo, conocer cuáles serán los criterios de reposición. Los ecologistas opinan que las nuevas plantaciones deberían realizarse en otoño o invierno y que se deberían plantar semillas o árboles muy pequeños para que no se repita este problema.

La Junta aún no ha informado sobre cómo será este proceso, ni siquiera cuántos árboles y de qué especie. Laura Soler apuesta por el almez, un árbol que "se adapta muy bien al clima de Sevilla" y que proporcionaría la misma sombra que los pinos talados. Sin embargo, Ecologista en Acción afirma que la frondosidad y las amplias zonas de sobra existentes hasta ahora en el Alamillo no se recuperarán hasta dentro de 15 ó 20 años.

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