Sevilla

El Ayuntamiento de Sevilla admite que no puede controlar las áreas de exclusión de los VTC

Un VTC pasa ante una parada de taxis, en el centro de Sevilla.

Un VTC pasa ante una parada de taxis, en el centro de Sevilla. / Juan Carlos Vázquez

El Ayuntamiento de Sevilla admitió ayer que no podrá controlar las zonas de exclusión de los Vehículos de Transporte Concertado (VTC), que en la capital andaluza se concentran sobre todo en el centro y en Nervión. La Junta establece en el decreto que regula el transporte urbano de viajeros que los VTC sólo podrán pasar por una serie de áreas si llevan clientes o si ya han sido precontratados por éstos y van a recogerlos.

La Consejería de Fomento ha diseñado un mapa con una serie de áreas restringidas. Los VTC no pueden acceder a menos de 300 metros de estaciones de tren y autobús, puertos y aeropuertos, ni a menos de 150 metros de paradas de taxis, juzgados, hospitales, centros comerciales, equipamientos deportivos, hoteles de cuatro estrellas y palacios de congresos.

Zonas con restricciones para los vehículos VTC en Sevilla Zonas con restricciones para los vehículos VTC en Sevilla

Zonas con restricciones para los vehículos VTC en Sevilla / Departamento de infografía

Esta medida supone en la práctica que los VTC no podrán pasar por el casco histórico y por la mayoría de calles de Nervión, donde coinciden hoteles, paradas de taxis, centros comerciales y el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, si no van a recoger a un cliente que ya haya contratado el servicio. El taxi entiende, sin embargo, que esta medida no protege al sector porque son distancias muy cortas que se recorren en cuestión de segundos, y exige que los VTC estén estacionados en su base a la espera de que les entre algún servicio.

Quién vigila que se cumpla la normativa VTC

Otro asunto es quién controla, y cómo, que se cumpla lo estipulado por la Junta en estas áreas de exclusión. Esta competencia recae en los ayuntamientos. El delegado de Gobernación en el Consistorio sevillano, Juan Carlos Cabrera, criticó ayer que la Junta haya traspasado a los ayuntamientos una competencia propia suya en cuanto a la tramitación de sanciones y las inspecciones. "Esto supone un coste y una complejidad, pues no habla de proporcionar medios. Y no lo digo sólo por el Ayuntamiento de Sevilla", expuso Cabrera, que siempre se ha mostrado públicamente partidario de proteger más al taxi.

El concejal indicó que el planteamiento del Ayuntamiento de Sevilla es "claro", y consiste en que ambos sectores "convivan y sobrevivan". Ahora bien, Cabrera entiende que la única forma de mantener la diferencia entre taxis y VTC es implantar un plazo mínimo de precontratación para estos últimos, como pide el taxi.

El delegado ve "razonable" que ese periodo de antelación sea de 15 minutos, más que una distancia de 150 ó 300 metros que se recorre en unos pocos segundos. "Ya me dirán ustedes quién inspecciona y controla esas distancias", añadió el edil. Sólo así se garantizaría que el taxi mantenga su esencia frente a los VTC. Es decir, que el cliente pueda alzar la mano o llegar a una parada y subirse a un vehículo sin contratarlo previamente.

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