De Blade Runner a Sor Citroën

El sindicato Sppme denuncia una serie de carencias en los nuevos patrulleros de la Policía Local de Sevilla, que se estrenaron el domingo

Las pegatinas se desprenden, las tapas de la gasolina están anuladas, la sirena no deja oír la emisora y la batería se desconecta sola

La presentación de los nuevos vehículos de la Policía Local de Sevilla, en imágenes
La presentación de los nuevos vehículos de la Policía Local de Sevilla, en imágenes / Antonio Pizarro

La Policía Local de Sevilla estrenó el domingo por fin sus nuevos patrulleros, los de la estética que parece sacada de Blade Runner que fueron presentados en un acto futurista hace unas semanas. Se acabó de un plumazo la polémica sobre si los coches tenían seguro o no y de las emisoras que se les habían arrancado a los coches viejos para colocárselas a los nuevos. El caso es que más de un agente se llevó una sorpresa cuando comenzó a trabajar en su nuevo coche. Los vehículos no eran ni tan flamantes ni tan galácticos. Es más, presentan una serie de deficiencias que los hace impropios de una Policía Local del siglo XXI. Más que de Blade Runner, parecen de Sor Citroën.

Así lo ha denunciado este lunes el Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (Sppme) en Sevilla, que ha emitido una nota de prensa quejándose de la larga lista de defectos e incomodidades de la flota galáctica. Tras unas horas de servicio en la calle, los policías han hecho notar hasta doce carencias o dificultades importantes en los nuevos vehículos.

Para empezar, "las pegatinas llevan poco pegamento y ya se están despegando", a pesar de que no han estado circulando ni 48 horas todavía. Se han anulado las tapas del depósito de gasolina, por lo que el sindicato se plantea con cierta sorna que "los coches deben ser eléctricos". Los vehículos se han entregado sucios y llenos de polvo. Algunos de ellos tienen ya los neumáticos bajos de presión y carecen de líquido limpiaparabrisas. Dice, textualmente, el sindicato mayoritario que los coches "tienen menos detalles que un Panda". No tienen GPS, climatizador y otros extras que ya en casi todas las marcas vienen de serie.

Pero también hay problemas para el trabajo policial puro y duro. "El ruido al conectar la sirena se introduce en el habitáculo del conductor y el pasajero, haciendo imposible escuchar la emisora (cuando funciona), y la comunicación entre el conductor y el acompañante". La terminación del interior es "deficiente" y los anclajes de la mampara de separación con la parte trasera, donde se introduce a los detenidos, carece de elementos de protección y tiene partes salientes.

La emisora, el control de luces y la sirena tienen un "difícil acceso". Se hace difícil su uso en situación de emergencia. Además, la ubicación de estos dispositivos anula el uso de los cargadores de encendedor y USB. A esto hay que añadir que los habitáculos son estrechos y no hay sitio para colocar las herramientas del trabajo policial, como las defensas. O porras, si se prefiere.

Las ventanas del conductor y el pasajero no funcionan, dice el sindicato, que recuerda que la ventilación natural es la "primera recomendación contra el Covid-19". "Con estos coches es imposible actualmente", apuntan los representantes policiales.

Por si todo esto fuera poco, la batería se desconecta automáticamente, lo que anula las luces de emergencias, la sirena, la emisora y el sistema de apertura de las puertas traseras. "Se ve que el que pensó en estos coches se olvidó de que la emisora y las luces pueden hacer falta para una emergencia". Las luces, apuntan los policías, son muy necesarias en cortes de tráfico, accidentes y señalizaciones con el coche parado.

En cuanto a los furgones, vienen sin mampara de separación de carga. Este elemento no sólo impide que la carga se desplace hacia la zona de pasajeros, sino que además evita malos olores, gases y demás factores que pueden resultar nocivos para la salud de los trabajadores.

El Sppme lamenta que lo debería haber sido un cambio de flota "sin mayor recorrido" haya demostrado "la ineptitud" de la Jefatura de la Policía Local, así como las "improvisaciones que últimamente parecen ser la regla general". Para la central mayoritaria entre la plantilla sevillana, los coches nuevos "han demostrado que todo lo que se hace con prisas sale mal, y eso que han tenido un año para prevenir todos los problemas".

Los policías no entienden por qué las responsables políticos se "han dejado asesorar por personas que de patrulleros entienden poco, por no decir nada", y se muestran muy críticos la cúpula. "A nuestro J-0 (indicativo del jefe de la Policía Local, el superintendente José Medina Arteaga) no le importa la situación en la que se entreguen los vehículos. Si le hubiera importado algo, se hubiera preocupado por saber las carencias que tienen. Menos mal que no hubo paseíllo de coches el día 18. Hubiéramos hecho el ridículo si se nos empiezan a quedar tirados", dice la central, que añade que están seguros de que el coche del jefe "viene con todo tipo de detalles".

stats