Cien euros al mes por seguir en la enseñanza diferenciada

Hay padres que se resisten a perder la oportunidad de que sus hijos estudien en un centro de educación diferenciada. Así ha ocurrido en la barriada de Los Pajaritos, donde sólo han quedado tres vacantes de las plazas privadas ofertadas por el Colegio Altair para este curso después de que la Junta decidiera retirarle el concierto al no integrar a alumnos de ambos sexos.

Esta decisión -amparada por las recientes sentencias del Tribunal Supremo que le dan la razón al gobierno autonómico en su decisión de no seguir sosteniendo con fondos públicos este tipo de enseñanza- afectó a siete centros de la provincia sevillana, aunque sólo tres son colegios: Nuestra Señora de Lourdes (Carmona), el Ángela Guerrero y el Altair (ambos en la capital hispalense).

Los dos primeros, pertenecientes a la orden de las Hermanas de la Cruz, han optado por sufragar de su propio bolsillo el coste de las plazas con el fin de que estas familias (la mayoría de recursos económicos limitados) puedan seguir escolarizando a sus hijas en dichos centros. El Altair se decantó por dejar de ofertar una línea (del primer al último curso de una etapa educativa) de Secundaria y Bachillerato y privatizar dos de Infantil aunque con un precio más económico de lo que suelen hacer otros centros.

El director del Altair, Javier Delgado, explicó a este periódico que las líneas suprimidas en Secundaria y Bachillerato no afecta a los alumnos que ya estudian en plazas concertadas, debido a que en las enseñanzas medias se ofertaba una línea más que en Infantil y Primaria. En el caso de estas etapas se decidió privatizarlas pero con un coste más barato de lo normal, que según el director del colegio suele rondar los 300 euros mensuales. Gracias a los acuerdos de financiacion alcanzados con empresas con las que se mantiene convenios para la realización de prácticas de FP se ha logrado reducir ese precio, que ha quedado establecido en 100 euros mensuales.

Pese a dicho abaratamiento, este gasto es bastante considerable para la economía de las familias de la zona, bastante afectadas por la situación de paro. De ahí que Delgado "elogie" el sacrificio de estos vecinos por que sus hijos continúen en la enseñanza diferenciada en lugar de optar por el modelo mixto. De hecho, de las dos unidades privadas (50 plazas) sólo han quedado tres vacantes al inicio de curso. No obstante, el director teme que los acuerdos empresariales no se puedan mantener los próximos cursos para abaratar el precio de las plazas. Por tal motivo, insiste en la necesidad de que la Junta reflexiona sobre su postura ante este modelo educativo. Por ahora, sigue adelante el recurso presentado ante el Supremo.

La supresión de conciertos a estos colegios también tiene una repercusión laboral. En el Colegio Altair, por ejemplo, 15 docentes han perdido su empleo, mientras que otros cinco han visto afectadas su condiciones laborales.