Dos coches fúnebres cargados con más de una decena de coronas de flores, entre ellas de los Ayuntamientos de Sevilla y Cádiz, de la Fundación Blas Infante, de su Hermandad de la Carretería, llegaron a la Avenida de la Constitución poco antes de la misa funeral, celebrada en el Sagrario de la Catedral por la muerte del periodista y escritor Antonio Burgos. No habían dado aún las 11:00 de la mañana de este viernes helado. Decenas de personalidades abarrotaban la parroquia.

Su mujer Isabel Herce, su hijo Fernando y sus nietos estuvieron arropados por una amplia representación de la sociedad sevillana y andaluza. Personalidades del Gobierno andaluz (el presidente Juanma Moreno junto a su esposa, y los consejeros Antonio Sanz y Patricia del Pozo, el delegado del Gobierno en la Junta Ricardo Sánchez, entre otros), del Ayuntamiento de Sevilla (el alcalde José Luis Sanz y su concejal de Urbanismo Juan de la Rosa, la edil de Vox Cristina Peláez, entre otros) y grandes amigos (el torero Curro Romero y su esposa Carmen Tello, el periodista Carlos Herrera, el médico Antonio Guerra, y el ex pregonero Julio Cuesta) acudieron a despedir a Burgos. 

El arzobispo José Ángel Saiz Meneses habló en su homilía de la "esperanza firme" de los creyentes ante la pérdida de un ser querido. "Este hecho nos produce dolor, pero tenemos la esperanza firme de que nuestra vida está en manos del Señor y que nuestra muerte no es una separación definitiva, sino una despedida hasta el encuentro en la casa del Padre", dijo. 

El arzobispo destacó de Antonio Burgos que "ha sido un referente del mundo de la literatura y del periodismo". Añadió que "era un sevillano enamorado de su ciudad hasta los tuétanos y un fiel defensor de la misma en todos los ámbitos: el religioso, el histórico, el cultural, el cofrade, el taurino, el folclórico, el poético y el sentimental".

También tuvo palabras para los padres del escritor y periodista. "Sus padres han sido muy importantes en su vida. Antonio y Pilar, de profesión sastres".

Subrayó que "era un hombre de profunda devoción a María Santísima" y que son tres las imágenes de la Virgen que marcan su vida: La Virgen de la Antigua de la Catedral, la Pura y Limpia del Postigo y la Esperanza Macarena.

Saiz concluyó resaltando la "existencia compartida, fecunda, llena de fe y amor" de Burgos, de quien afirmó que "ha sido un buen hijo, un buen hermano, un buen esposo, un buen padre, un buen amigo y compañero, un buen hijo de la Iglesia y un buen ciudadano".

Tras una hora de misa funeral, el féretro salió del Sagrario rumbo al cementerio de San Fernando de Sevilla. Los coches fúnebres llevaban tambíén coronas del diario ABC de Sevilla, de la familia Moeckel, de Quirón Salud Sagrado Corazón y del Corte Inglés.