Sevilla

Destacados arquitectos y artistas alzan la voz para defender el pavimento histórico de Sevilla

  • Piden al Ayuntamiento y la Junta que se reutilicen los adoquines de Gerena por cuestiones mediaoambientales, patrimoniales y económicas.

  • Pavimentos: no se quieren enterar

El color de los adoquines de Gerena en una de las calles del barrio de Santa Cruz.

El color de los adoquines de Gerena en una de las calles del barrio de Santa Cruz. / J.Q.

Un grupo de destacados arquitectos y artistas sevillanos han publicado un manifiesto en el que alzan la voz ante la pérdida de los pavimentos tradicionales de la ciudad. Mientras calles tan céntricas y relevantes, como Mateos Gago o Cuna, pierden su estética tradicional en favor de las anodinas e impersonales losetas grises de la cantera de Quintana de la Serena, estos profesionales reclaman al Ayuntamiento y a la Junta de Andalucía, que vele por la conservación de los adoquines de Gerena por sus valores tradicionales, medioambientales y de sostenibilidad y por ser más económica su reutilización.

Mientras la marea gris e impersonal de granito de Quintana se extiende irremisiblemente por importantes enclaves históricos de Sevilla, un importante grupo de más de 50 especialistas interpela al Ayuntamiento para que tome conciencia de las nefastas consecuencias patrimoniales que estas actuaciones tienen en la imagen que proyecta la ciudad. Los firmantes del manifiesto exponen que son conscientes del difícil reto que supone conservar los suelos tradicionales y sus valores e identidad pero, a su vez, hallar un equilibrio con las nuevas necesidades que se plantean las ciudades modernas: "Dentro de esta disyuntiva, la ciudad se enfrenta a un reto muy especial: qué tratamiento dar a los elementos que habiendo perdido parte de su valor funcional en relación a las nuevas demandas y materiales, conservan una gran importancia como elementos que determinan la identidad de la ciudad y son por tanto parte indiscutible de su acervo patrimonial". 

En defensa de estos suelos históricos, que durante tantas décadas han creado la imagen de la ciudad y le han dado color integrándose perfectamente con los edificios, los firmantes del manifiesto piden que los criterios que rijan para el tratamiento de la pavimentación se tomen considerando como factor prioritario no sólo el mantenimiento de los materiales existentes, sino también sus formas. "Sabemos que no siempre será posible o aconsejable, pero también que, junto a otros factores medioambientales igualmente positivos, el valor patrimonial que aporta la pavimentación existente en la definición del paisaje urbano, caracterizándolo con  su colorido singular, textura y personalidad, hace que no pueda aceptarse sin más su desaparición de nuestras calles, ya que esto conllevaría una pérdida importante en la riqueza del patrimonio que nos ha sido transmitido por la historia. Como en otros elementos pertenecientes a su Conjunto Histórico, tampoco en lo que se refiere a éste, la ciudad es una construcción regida por la máxima de usar y tirar".

En su demanda exponen que la ciudad se enfrenta al duro reto de contribuir con eficacia a la conservación del medioambiente y su compromiso con la sostenibilidad de las condiciones de vida mediante la reutilización de elementos existentes. En este sentido, este periódico ya publicó las las conclusiones de un trabajo de investigación que afirmaba que era mucho más recomendable relabrar y volver a colocar los viejos adoquines que adquirir unos nuevos en cantera. Este argumento es esgrimido por los autores del manifiesto: "Reutilizar es más sostenible que seguir esquilmando el territorio para traer nuevo material a nuestras calles desde canteras lejanas. La reutilización del adoquín ya existente en su geometría actual o cortado por su plano intermedio, consiguiendo así un plano de pavimentación con menor curvatura de las piezas -lo que resuelve alguna de las desventajas de su utilización- favorece el desarrollo de una economía circular basada en la superación del desequilibrio que la actividad económica y el sistema de ciudades provoca con el consumo excesivo de energía producido por la obtención de los nuevos recursos y el tratamiento inadecuado en su condición de residuos de los ya existentes".

Por todo ello, las personas y entidades que suscriben este escrito, hacen un llamamiento a las administraciones responsables en la gestión de la ciudad tanto en la protección del patrimonio histórico como en la puesta en marcha de medidas sostenibles en su desarrollo, en defensa de la pavimentación histórica, cuyo mantenimiento en las obras a efectuar en la ciudad consideran que debe ser un objetivo prioritario e ineludible.

"La defensa de la ciudad a través de la defensa de su pavimentación histórica, es el objeto de nuestra iniciativa y del presente escrito, agradeciendo la atención que pueda generar", concluyen.

El manifiesto está firmado por: Carmen Laffón, Antonio Collantes, Cristina Murillo, Daniel Bilbao, Victor Pérez Escolano, Enrique Valdivieso, Gerardo Delgado, Concha Cobreros, Enriqueta Vila, Juan Suárez, Florencio Zoido, Magdalena Haurie, Juan Ojeda, Lola Robador, Carmen Aranguren, Manuel Salinas, Jose Manuel Baena, Lola Cintas, Pepa Rubio, Juan Ruesga, Bernardo Bueno, José Domínguez Abascal, Fernando Amores, José María Cabeza, Miguel Martínez Castilla, Pedro Simón, Eduardo Martínez Zúñiga, Pedro Cantero, Javier Andrada, Manuel Fernández Fustegueras, Tomás García, Nerea López, Juan Saura, María Periánez, Pascual Riesco Chueca, Rafael Manzano, Reyes Tirado, José Antonio Carbajal, Paco Reina, Jaime López de Asiaín, María Galiana, Consuelo Galán, Antonio Martín, Luis Fernándo Gómez-Estern, Nani Carbajal, Isidoro Moreno, Regla Alonso Miura, Miguel Suárez Cantón, José Elías Bonells, Raquel Rico, Julián Sobrino, Chus Cantero, Marina Sanz Carlos, José García-Tapial, Fernando Mendoza y el Grupo MP9.

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