Detectan en Sevilla un timo similar al falso secuestro exprés pero con coches
Los estafadores monitorizan las redes sociales para obtener información de personas a las que les han sustraído el vehículo, a las que llaman y exigen dinero a cambio de devolvérselo
Las Fuerzas de Seguridad del Estado han detectado en Sevilla una nueva modalidad de estafa, que es una variante de los falsos secuestros exprés que llevan años cometiéndose en España, en un tipo de delito que procede principalmente de Iberoamérica. En estos falsos secuestros exprés, la víctima suele recibir una llamada en la que se le informa de que su familiar ha sido secuestrado y debe enviar un dinero de manera inmediata para proceder a su liberación.
En realidad no es más que un timo. No existe tal secuestro. Se trata de bandas que se dedican a hacer miles de llamadas al azar, hasta que dan con alguna persona que coincida que no tiene a su familiar en ese momento con ella ni tampoco puede contactar telefónicamente con el supuesto secuestrado, bien porque esté trabajando, se encuentre de viaje o cualquier otro motivo. De estas miles de llamadas, alguna resulta efectiva y la víctima acaba enviándoles dinero a sus estafadores. La mayoría de las personas que recibieron este tipo de comunicaciones telefónicas lo hicieron desde Chile.
La nueva estafa detectada en España va un paso más allá, pues implica una cierta monitorización de las redes sociales. Los delincuentes hacen un barrido de las distintas redes para comprobar mensajes del tipo “Me han robado el coche esta noche en Sevilla”, que muchos usuarios que han sido víctimas de robos verdaderos cuelgan con la intención de que algún seguidor o lector pueda identificar el vehículo y llamar a la Policía. En estos mensajes, se suelen dar datos como la matrícula, el modelo, el color y algún número de teléfono particular del propietario del vehículo. También se acompañan de fotografías del coche. Estas publicaciones suelen alcanzar mucha difusión, porque los seguidores la comparten con la sana intención de que el vehículo sea visto por el mayor número posible de personas.
Con esta información, los estafadores llaman al número de teléfono que aparece en el mensaje y contactan con el propietario del vehículo. Se aseguran así de que la llamada va a ser atendida y no tienen que hacer las miles de llamadas al azar que efectuaban con los falsos secuestros exprés. Cuando contactan con el dueño del coche, lo hacen con el habla de algún país iberoamericano. Suelen emplear expresiones como “tengo tu carro” y similares.
Es entonces cuando le piden al dueño del coche que les entregue un dinero a cambio de devolverle el vehículo. Y a veces, los propietarios terminan picando y dándoles una determinada cantidad. Luego se encontrará que no les devuelven el coche, porque quienes le han llamado desconocen quién se lo ha robado y dónde está el vehículo. Simplemente utilizaron la información obtenida mediante las redes sociales para estafarlo.
En la provincia de Sevilla se ha dado ya al menos un caso de esta nueva modalidad delictiva. La Guardia Civil ha abierto una investigación sobre este asunto, sin que por el momento hayan podido dar con los estafadores. En estos casos, las Fuerzas de Seguridad recomiendan colgar en el momento en que se recibe la llamada y no darle mucha oportunidad de diálogo. En todo caso, si la conversación continúa y una persona está dispuesta a pagar por su coche creyendo que de verdad lo tienen, se les debe pedir a los supuestos ladrones una fotografía actual del vehículo para corroborar que no se trata de un timo.
Compraventa de objetos de segunda mano y el pago por bizum
Las estafas y las nuevas tecnologías van de la mano habitualmente. Lejos quedan ya aquellos timos clásicos como el de la estampita o el nazareno, aunque a veces se siguen dando esporádicamente. Ahora, son muchas las estafas en las que los autores de las mismas se aprovechan de las nuevas tecnologías para cometerlas. En los últimos años han proliferado las del alquiler vacacional, en las que las víctimas dan una señal a cambio de un piso en la playa que luego no existía.
O las estafas en las compraventas de objetos de segunda mano, en las que se compraba algún artículo que luego no era el mismo que se ofrecía. En Sevilla, por ejemplo, fue detenida una mujer que vendía muñecos bebé reborn que después no eran tales. O dos jóvenes que vendieron un lote de mascarillas a precios muy baratos y luego alegaron que se las habían robado antes de hacer el envío.
Una variante de estos últimos casos está extendiéndose en la provincia de Sevilla, y en general en toda España, en los últimos tiempos, de la mano de la popularidad que ha adquirido la aplicación bizum, para el pago inmediato y envío y recepción de dinero a través de teléfonos móviles. Lo que está ocurriendo es que una persona vende un objeto a otra, que en este caso es el estafador. Cuando va a pagar, ambos acuerdan hacer el pago mediante bizum.
Sin embargo, lo que el comprador realiza no es un envío de dinero, sino una petición (algo que la aplicación permite, pues una persona puede reclamarle a otra una cantidad y, si ésta está de acuerdo, le da al OK y el envío se hace). Quizás con el ansia de ingresar el dinero, más de un vendedor le ha dado a aceptar la petición, pensando que es el ingreso, y finalmente terminan enviando ellos el importe del objeto que han vendido.
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