La Policía Nacional detuvo el pasado miércoles a un peligroso atracador que actuaba a cara descubierta. Ni siquiera se aprovechaba de la obligatoriedad de usar mascarilla para frenar el avance de la pandemia del coronavirus para cubrirse el rostro. Siempre iba armado con una pistola y se movía en un coche sustraído. Fue arrestado el miércoles después de que asaltara al menos dos farmacias de Sevilla, una de ellas ubicada en el barrio de Pino Montano.

En este establecimiento entró sobre las nueve de la mañana, insultó a una empleada y la amenazó con un arma de fuego. La obligó a colocarse en la parte del fondo del local y así se hizo con la caja registradora. Sacó el dinero y se marchó en un coche, que fue identificado por algunos testigos como un Seat Córdoba. Este dato, junto con las imágenes de las cámaras de seguridad, fue clave para identificar plenamente al sospechoso, ya que el vehículo estaba matriculado en Coria del Río, localidad de donde es originario el detenido.

La Policía estableció un cerco en Pino Montano y las inmediaciones. El dispositivo dio sus frutos poco después, cuando el atracador entró armado en otra farmacia de la capital andaluza. Fue arrestado y se ha recuperado el arma, de la que no ha trascendido si es real o simulada. En sus atracos, el delincuente suele envolver la pistola en un trapo o camiseta para no llamar la atención en el momento en que entra o sale de los comercios en los que roba.

El Grupo de Atracos de la Policía Nacional investiga ahora si es el mismo delincuente que la mañana del martes irrumpió armado en una panadería de Sevilla Este. Todo apunta a que podría tratarse del mismo hombre, pues actuó a la misma hora y con el mismo modus operandi. La persona que entró en la panadería lo hizo también a cara descubierta, aunque el coche empleado para la huida era un Citroën.

En lo que va de año se han registrado numerosos atracos en farmacias en Sevilla. Antes de que se decretara el estado de alarma, actuaron al menos tres delincuentes que desvalijaron más de una decena de boticas de la capital, del Aljarafe y de localidades más alejadas como Carmona. Uno de ellos, Omar M. D., llegó a robar también en farmacias de otras provincias andaluzas.

Después, durante el estado de alarma, al ser uno de los pocos negocios que continuaban abiertos, los atracadores robaron en varias farmacias, aprovechando el uso de las mascarillas para camuflar su identidad. Se produjeron varios robos en las primeras semanas del confinamiento en farmacias del Cerro del Águila y de Triana. En el mes de mayo, un histórico delincuente de Pino Montano fue detenido por atracar una farmacia del barrio con un arma blanca.