Detenido uno de los implicados en la paliza a dos agentes en Torreblanca
La Policía Local arrestó al sospechoso tras ser identificado por los funcionarios agredidos y busca a otros cuatro miembros de la misma familia por su implicación
La Policía Local detuvo ayer a uno de los implicados en la agresión del pasado sábado a dos agentes en el mercadillo ambulante de Torreblanca. El joven detenido había sido previamente identificado a través de fotografías policiales por los dos funcionarios agredidos. El arresto del sospechoso se produjo en una chabola donde residía junto a otros cuatro miembros de la misma familia -los padres y dos hermanos- que no fueron localizados.
El detenido fue trasladado a la sede de la Policía Local, donde prestó declaración en relación con los hechos que sucedieron el pasado sábado y por los que está imputado por un delito de atentado a los agentes de la autoridad. La Policía Local estaba culminando al cierre de esta edición las diligencias relacionadas con el arresto del joven, que podría pasar hoy mismo a disposición de la autoridad judicial competente.
La Policía Local continúa la búsqueda de los otros cuatro miembros de la familia que están plenamente identificado como agresores, aunque en la paliza a los agentes participaron más personas que no han podido ser identificadas por el momento. Los hechos por los que ha sido detenido el joven se remontan a las 9:51 del pasado 11 de julio y tuvieron como escenario la calle Torremegías de Torreblanca, donde un vehículo de la Policía Local que se hallaba de servicio en el mercadillo detectó la presencia de un vendedor ambulante que tenía expuestos en la vía pública varios cestos de ajos, según refleja el atestado policial.
Uno de los agentes se bajó del vehículo e invitó al vendedor a marcharse, pero lejos de obedecer el requerimiento policial, el individuo comenzó a increpar a los agentes. "¿Qué hacéis aquí a esta hora? Sólo sabéis joder al personal, siempre sois los mismo", relata el atestado que manifestó el vendedor, que no tenía ninguna intención de quitar el puesto de ajos.
Ante la actitud de esta persona, el segundo agente se apeó del vehículo y le informó de que iba a intervenir la mercancía por desobedecer las órdenes del otro policía local. El atestado señala que en ese momento se acercó el padre del vendedor, al que los agentes conocen por dedicarse a la misma actividad, y le solicitó el DNI para confeccionar la correspondiente denuncia.
El joven se negó a identificarse y el policía le informó de que, en ese caso, tendría que acompañarles a las dependencias policiales para proceder a su identificación. Fue en ese preciso momento cuando el agente fue empujado en el pecho y le intentaron dar un puñetazo, por lo que el policía lo agarró por el cuello mientras el individuo no paraba de lanzarle puñetazos y patadas.
Pero la cosa no quedó ahí porque aparecieron otros dos familiares del vendedor ambulante que comenzaron a golpear al agente, que solicitó a los comerciantes y vecinos que alertaran a la Policía porque los equipos transmisores no funcionaban.
Según el relato policial, en ese momento se personaron más varones en la zona que conminaron a los agentes a que soltaran a los dos individuos "o no iban a salir de allí vivos", mientras que la madre y esposa de los dos sospechosos alentaban al resto de individuos. Ante la "crítica situación y temiendo por su maltrecha integridad física" y dado que no se presentaba ningún refuerzo por los fallos de cobertura, los agentes tuvieron que soltar a los dos agresores, concluye el atestado.
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