La Factoría Cruzcampo abre sus puertas
La compañía cervecera reabre su antigua fábrica como sede de su fundación y de su escuela, que abrirá al público a partir del 1 de junio
Galería: Imágenes de la inauguración de la Factoría Cruzcampo
"Aquí vuelve a oler a cerveza". Esta frase de Regla Bejarano, directora de la Fundación Cruzcampo, sintetiza el cambio que ha supuesto la reforma que ha hecho la compañía cervecera en su primigenia fábrica, donde los hermanos Osborne comenzaron a hacer cerveza en 1904. Ahora, más de un siglo de después, se retoma la producción en el emblemático edificio de la Avenida de Andalucía. En él convivirá la nueva sede de la Fundación Cruzcampo y la escuela de hostelería Talento Cruzcampo, que será protagonista de los 1.300 metros de cuadrados con los que cuentan las instalaciones. "Basamos el proyecto en dos pilares: talento joven y promoción de la cultura cervecera", explica Bejarano. Algo que harán realidad destinando "todo lo recaudado" en los jóvenes que aprenden en el recinto.
Esta escuela, abierta en el año 2.000 y por la que han pasado 15.000 alumnos, forma actualmente a 40 jóvenes de 8 nacionalidades distintas. Ellos serán los protagonistas, junto con el público, cuando el próximo martes 1 de junio abra sus puertas. Se encargarán de hacer la cerveza, guiar a los visitantes por las experiencias gastronómicas que se van ofrecer y servir a los clientes que quieran degustar cualquiera de las variedades cerveceras o de los platos salidos de la visible y moderna cocina. La primera promoción de este programa de formación hostelera se bautizará bajo el lema #FuerzaBar, haciendo alusión a la campaña de apoyo que impulsa la compañía sevillana durante esta pandemia.
Alba García es una de las alumnas participantes en Talento Cruzcampo. Consiguió superar las pruebas de acceso, a las que se presentaron 500 jóvenes. García destaca la "completa formación hostelera" que recibe en la escuela y explica cómo pasó de estudiar Comunicación Audiovisual a "querer ser repostera". Algo que ha descubierto a raíz de ingresar en Factoría Cruzcampo. Uno de sus profesores, David Soriano, detalla que el curso consta de "diez meses de formación y dos de prácticas". Un año de aprendizaje que permite tener que "el 80% de los alumnos consigan empleo" al terminarlo.
Además de alumnos y profesores, en este nuevo espacio gastronómico del distrito San Pablo, hay dos maestros cerveceros: Juan Jiménez e Irene Pascual. Jiménez será uno de los responsables de los 95.000 litros de siete variedades de cerveza que se harán en Factoría Cruzcampo. De ellos saldrá unas 380.000 cañas aproximadamente al año. Él estará muy atento a lo que ocurra en las plantas superiores del edificio, donde el agua, los cereales, el lúpulo y la levadura se convertirán en el deseado líquido por miles de sevillanos. Su compañera, que también es ingeniera química, añade que en las recetas cerveceras se utilizan productos locales. Un buen ejemplo es la Descará. Una variedad que incluye naranja y miel de azahar, haciendo así un guiño a uno de los árboles más populares de la capital andaluza. A esta atrevida cerveza le acompañan, para el arranque, otras tres: Mijita, con un pequeña dosis de alcohol; Duende, con aromas tropicales y Flama, con un sabor parecido al del vino moscatel.
La inauguración del espacio hizo que se acercarán hasta él representantes de la compañía holandesa Heineken, propietaria de Cruzcampo, y de la política o el mundo de la empresa a nivel local y regional. Carmen Ponce, directora de Relaciones Corporativas de Heineken España, fue la encargada de conducir el estreno de Factoría Cruzcampo. Ponce resaltó que "esta fábrica es parte de la vida de la ciudad" y que "la pandemia hizo replanificar el proyecto y que nos adaptáramos". Guillaume Duverdier, presidente de Heineken España, destacó que "Cruzcampo es una marca ciudadana" y que da trabajo a 1.000 personas directamente y a 25.000 indirectamente gracias a sus fábricas de Sevilla y Jaén.
Tras los discursos de los directivos cerveceros, fue el turno de los políticos. Rocío Ruiz, consejera de Igualdad de la Junta lo abrió. Aseguró que "Cruzcampo es mucho más que una cerveza", que este proyecto hace "renacer la vieja fábrica" y animó a los andaluces a "celebrar la inmunidad de grupo que tendremos en verano con una cerveza". El alcalde Juan Espadas, que sirvió con maestría la primera cerveza de Factoría Cruzcampo, manifestó la "satisfacción enorme" que supone la apertura de este espacio "en una de las entradas de Sevilla". Elogió a la centenaria empresa cervecera definiéndola como "emblema de la hostelería" y a su fábrica como "patrimonio industrial". Por último, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, tomó la palabra. Calvo sorprendió a los presentes reconociendo que "nunca" ha bebido cerveza, pero matizó que "tomar una cerveza es un concepto" del que forma parte habitualmente. La Factoría Cruzcampo la calificó como un ejemplo de "saber mantener lo nuevo y lo viejo", al tiempo que recordó que "somos una tierra de vinos con una de las cervezas más icónicas".
Atraer a visitantes de todo tipo
Dinamismo al barrio
Abriremos selectivamente al público
Taller de prácticas abierto al público
Espacio diáfano
Respetando elementos clásicos
Zona de barra y de mesas
Terraza en la Avenida de Andalucía
Techos altos
Cocina visible cristalera
Rojo blanco y negro
También te puede interesar
CONTENIDO OFRECIDO POR ALMONASTER LA REAL