La Guardia Civil está investigando el hallazgo de varias furgonetas cargadas de combustible en una estación de servicio de la AP-4, muy cerca del punto kilométrico donde el pasado martes murieron seis personas, dos de ellos guardias civiles, tras ser arrollados por un camión que se saltó un control de tráfico.

Según han confirmado a este periódico fuentes de la Benemérita, los vehículos, de los que no ha sido determinado cuántos, fueron localizados en la estación de servicio El Fantasma, en Las Cabezas de San Juan, la misma noche del siniestro de tráfico, momento a partir del cual se abrió una investigación por infracción administrativa. En los mismos se habría localizado un número indeterminado de garrafas llenas de combustible, sin que tampoco se haya precisado la cantidad que contenía cada una de ellas.

Dicho hallazgo se habría producido durante la inspección del lugar por parte de los guardia civiles que investigaban las causas del accidente. No obstante, las fuentes oficiales insiste en que "por el momento" se descarta la relación con dicho siniestro por el que fue detenido el conductor del camión, quedando en libertad provisional tres días después al descartarse el riesgo de fuga y de destrucción de pruebas.

Con todo, la Guardia Civil continúa la investigación de dicho siniestro. Las primeras inspecciones no encontraron ninguna carga ilegal en el camión. No obstante, sí ha quedado confirmado que dos de las personas fallecidas tenían antecedentes por narcotráfico. Junto a ellos murieron cuatro personas más, dos de ellos agentes del Grupo de Acción Rápida (GAR) que habían montado el control en dicha autovía en busca de drogas. Pudo haber más víctimas, ya que varias personas lograron sobrevivir gracias a los gritos de los guardias civiles, consiguiendo saltar al arcén a tiempo para salir ilesos. El camión hizo lo que los transportistas conocen como la tijera, quedando la cabeza tractora paralela a la vía y el remolque cruzado en ella de forma perpendicular. En ese camino, el remolque barrió todo el ancho de la calzada, arrollando todo lo que encontró a su paso.

El accidente se produjo a las 4:40 a la altura de la salida de Los Palacios. El GAR había establecido un control preventivo contra el narcotráfico, compuesto por 17 guardias civiles y tres vehículos oficiales. En el momento del accidente se encontraban parando coches y revisando los maleteros y a los ocupantes de los distintos vehículos que pasaban en ese momento por la autovía de camino a Sevilla.

El control, aseguran fuentes de la Guardia Civil, estaba perfectamente señalizado y estaba anunciado desde un kilómetro antes. Los agentes habían parado ya a varias personas cuando se produjo el siniestro. Fuentes de la lucha contra el narcotráfico explicaron a este periódico que el control estaba colocado en ese sitio y a esa hora porque la Guardia Civil había recibido una información de una entrada de droga en el río Guadalquivir con una descarga en alguna localidad ribereña y posterior llegada a Sevilla por carretera.