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Sevilla

La Hispalense 'musealizará' la Anunciación y el Rectorado

  • La Universidad de Sevilla expondrá permanentemente lo mejor de su colección de arte, que consta de más de 2.000 piezas · La antigua iglesia de los jesuitas recuperará su programa iconográfico original

La Universidad de Sevilla quiere poner a disposición de todos los ciudadanos el rico patrimonio histórico-artístico que ha atesorado en sus más de 500 años de existencia. La conservadora de la Hispalense (un cargo recientemente creado por el rector Joaquín Luque), María Fernanda Morón de Castro, ya trabaja en dos proyectos de musealización de los dos principales edificios históricos de la institución: la Real Fábrica de Tabacos y la Iglesia de la Anunciación, que recuperará el programa iconográfico concebido por los jesuitas.

La idea de la Hispalense es que lo mejor de las más de 2.000 obras de las que es propietaria (entre piezas arqueológicas, esculturas, cuadros, etcétera) se expongan permanentemente en estos dos edificios con las debidas medidas de seguridad. "Estamos trabajando en un riguroso plan museológico que aúna la conservación y la exhibición, como el de cualquier gran museo", dice Morón de Castro. "No se trata -continúa- de cambiar el actual uso de los dos edificios [el docente y el religioso], sino de hacer compatible la exposición de obras con rigor (iluminación, señalización, protección...) con las actividades cotidianas de la vida académica y de culto".

En el caso de la Fábrica de Tabacos (el más difícil por el numeroso tránsito de personas que registra todos los días entre profesores, estudiantes, ciudadanos y turistas), Morón de Castro trabaja codo con codo con el conservador del edificio, Antonio Quijada. La intención es aprovechar la futura remodelación integral del inmueble, una vez que se consume el definitivo traslado de la Facultad de Derecho al nuevo complejo de Cross Pirotecnia a principios de 2009, para avanzar en el proyecto. "No colocaremos las obras sin ton ni son; estudiaremos los lugares óptimos y en los que se pueda garantizar la seguridad", insiste la conservadora de la Universidad de Sevilla.

Pero el gran proyecto para los cuatro años del primer mandato del rector Joaquín Luque es la apuesta por devolver a la Iglesia de la Anunciación (templo de la que fue la casa profesa de los jesuitas en Sevilla) el programa iconográfico que tuvo antes de que Carlos III expulsara de sus reinos a la Compañía de Jesús en 1767. Como primer paso, se está estudiando tanto en los archivos como en los fondos de la fototeca de la Universidad, cómo era la antigua disposición de las obras. Posteriormente, se devolverán al templo la quincena de obras que salieron de su interior y que, actualmente, se encuentran desperdigadas por distintos centros de la Hispalense. "Las obras de arte tienen sentido en el contexto para el que fueron creadas y eso es precisamente lo que queremos hacer con este proyecto", afirma María Fernanda Morón de Castro.

Desde la Hispalense se asegura que en ningún momento se cuestiona la presencia en el templo de la hermandad del Valle. Eso sí, una vez que se lleve a cabo el proyecto se pretende que la Anunciación no abra sólo en el horario de culto (bastante limitado), sino que se pueda ampliar para aquellos que quieran conocer un rico legado en el que constan nombres como Vázquez el Viejo, Juan de Mesa, Pacheco, Martínez Montañés, Juan de Uceda, Roelas, etcétera.

Aunque el fondo jesuítico es el más importante, la colección de la Universidad de Sevilla va más allá. Importante es el conjunto de piezas arqueológicas, del que, por su exotismo, destacan las 77 del antiguo Egipto (figuras votivas, cerámicas, incrustaciones en vidrio o amuletos). Éste, donado desinteresadamente por muchos profesores, se completa con piezas numismáticas de gran valor. También destacables son la colección de dibujos académicos de los siglos XVIII y XIX procedentes de la Real Escuela de las Tres Nobles Artes; la extraordinaria colección de reproducciones en yeso por la técnica de vaciado; la colección de retratos de rectores de los siglos XIX y XX; la fototeca (de la que se pedirá su declaración como BIC) y un amplio fondo de pintura contemporánea.

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