Jornales para Juan Ramón y Blas Infante

LA película se proyectó en el Festival de cine de Berlín poco antes del 28-F. Cuando se cumplen cuarenta años del rodaje de Tierra de rastrojos, la particular versión de la lucha jornalera de Antonio Gonzalo (Logroño, 1951), la película se proyecta esta tarde (19 h.) en el Antiquarium, por primera vez en Alta Definición, en un ciclo de tres películas que el cineasta riojano rodó en Andalucía y organiza el ICAS. El ciclo lo completan La luz con el tiempo dentro (12 de febrero) y Una pasión singular (26), que Gonzalo dedicó a Juan Ramón Jiménez y a Blas Infante, respectivamente.

El alcalde y el concejal de Cultura de Fuentes de Andalucía acudirán hoy a la proyección de Tierra de Rastrojos. En ella trabajaron jornaleros de dicho pueblo y de La Campana, actores como María Asquerino o Joaquín Hinojosa, el cantaor Manuel Gerena, teatreros como Roberto Quintana, Juan Carlos Sánchez, Mariana Cordero o Concha Távora y dos actores argentinos, Luis Politti y Walter Vidarte, que acababan de llegar de la dictadura de Videla. La música era de Teddy Bautista, que había hecho de policía en Demasiado para Gálvez, la adaptación que Gonzalo hizo de la novela de Jorge Martínez Reverte, en la que Pilar del Río interpreta a una periodista. Tierra de rastrojos está basada en la novela que escribió en la cárcel Antonio García Cano, líder campesino de Fuentes de Andalucía, con prólogo de Antonio Burgos.

Esta trilogía andaluza de Antonio Gonzalo, un cineasta atípico que estudió Arquitectura en Pamplona, Filosofía y Letras en Zaragoza y fue profesor en un colegio de Córdoba, se proyectó en marzo del año pasado en el Festival de Cine Latino de Seattle.

Tierra de rastrojos es de 1980, Una pasión singular de 2003 y La luz con el tiempo dentro de 2015. Antonio Gonzalo estuvo el sábado en la gala de los Goya. El galardón al mejor actor recayó en Antonio de la Torre, que figura en el reparto de Una pasión singular, la película sobre Blas Infante. Todavía se dedicaba al periodismo deportivo. “Antonio interpreta a un falangista amigo de Blas Infante, que intenta mediar ante el gobernador civil, tío de su mujer” (Pedro Parias, retirado hace años del callejero de la ciudad, interpretado en la película por Manuel de Blas).

El cineasta se adentra en las entrañas del único nombre propio del Estatuto de Andalucía cuyo plebiscito fue el referéndum celebrado poco después de la proyección de Tierra de rastrojos en el festival de cine de Berlín. “Hice amistad con Emiliano Piedra. Lo que más me satisfizo es que la prensa no distinguía a los actores de los jornaleros, señal de que tanto unos como otros hicieron muy bien su papel”.

De la lucha jornalera pasó a la singladura vital del notario que diseñó el escudo, la bandera y el himno de Andalucía. “Cuando mandé el guión a mis socios de Los Angeles creían que era ficción”, cuenta Antonio Gonzalo de su experiencia de narrar la vida de un notario apasionado de la Historia y la Mitología, del Quijote y los etruscos, de la ciencia y la Masonería y fusilado junto a otros cinco pacíficos ciudadanos de la República en el aniversario del fracaso del golpe de Sanjurjo. En la película también trabajan Juan Diego, María Galiana y Antonio Dechent.

Hay doce años de diferencia entre Una pasión singular y La luz con el tiempo dentro, la película sobre el poeta de Moguer que obtuvo el Nobel de Literatura en 1956 y murió dos años después en el exilio de Puerto Rico. El poeta y maestro de poetas que fue estudiante en Sevilla, huésped del Hotel Inglaterra, y que se casó con Zenobia Camprubí, que había traducido a Rabindranath Tagore. Entre ambas películas hay algunos nexos. En ambas trabaja Carlos Álvarez-Nóvoa, el asturiano que en el crepúsculo de su carrera consiguió el Goya al actor revelación por su papel en Solas, de Benito Zambrano. Este polifacético personaje encarnaba al Juan Ramón maduro. Al más juvenil le dio vida Marc Clotet.

La música de ambas películas, la del notario de Coria y la del poeta de Moguer, fueron compuestas por Javier Cámara, de familia de músicos, con presencia en numerosas películas. Nada que ver con el actor del mismo nombre y apellido, riojano como Antonio Gonzalo o como el productor Rafael Azcona, el cerebro de joyas como Plácido.