El servicio de Licencias e Inspección Técnica de la Gerencia de Urbanismo ha dado su autorización para reformar una casa palacio del siglo XVIII, situada en el número 30 de la calle Argote de Molina, y construir diez viviendas y local comercial en la planta baja. El inmueble, que cuenta con un nivel de protección B, el segundo más alto según la normativa vigente, está afectado por el entorno BIC del Palacio Arzobispal. Este edificio contaba ya con una licencia para su uso hotelero que ahora es la que se reforma.

La empresa titular del inmueble pide literalmente solicitud para realizar "obras de reforma del proyecto anterior con licencia concedida, consistente en cambios en la distribución interior de todas las plantas y en la configuración de la zona de entrada, apertura de un nuevo patio de luces adosado al lindero del fondo, adecuando un edificio inicialmente destinado a uso hotelero a un uso residencial plurifamiliar con diez viviendas y un local en bruto en planta baja". Existen varios antecedentes de licencias concedidas para esta casa palacio. Una de 28 de enero de 1998, para construir nueve viviendas y un local comercial. Un año más tarde, se aprobó una reforma en el proyecto para aumentar el número de viviendas a diez. En junio de 2000 se dio el visto bueno a una reforma del proyecto anterior. El 18 de diciembre de 2003, la comisión ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo aprobó una reforma parcial de la licencia anterior de rehabilitación del edificio para transformar la casa en un hotel de cuatro estrellas.

El historial de esta casa palacio en la Gerencia de Urbanismo es anterior a estas actuaciones. Las primeras licencias concedidas datan de 1945 y 1952. Luego habría que esperar a 1992, cuando el edificio cambia de manos. Las obras ejecutadas desde 1998 han contado con varias paralizaciones y con el rechazo por parte de los algunos vecinos y entidades conservacionistas, como Adepa.