Pies para qué os quiero

En verano, nuestra mayor preocupación es cómo mitigar el sofocante calor y nos olvidamos de los pies, partes del cuerpo que son severamente maltratadas por las altas temperaturas. Según Claudio Domínguez, podólogo de la clínica Sagrado Corazón, "en la época estival a los pies hay que brindarle un cuidado especial ya que éstos con el calor se dilatan o se ensanchan sobre todo en las últimas horas de la tarde".

Con el aumento de las temperaturas se incrementa la transpiración o sudoración en todas las zonas del cuerpo, incluidos los pies, provocando consecuencias desfavorables para ellos.

Un factor que perjudica los pies es la sequedad por deshidratación de la piel, pues al quedar al descubierto sobre todo los talones disminuye la elasticidad intrínseca de aquélla y termina rompiéndose formando grietas.

Esto suele ocurrir más en el sexo femenino con edades entre 18 y 50 años, ya que utilizan constantemente calzados descubiertos y no adecuados.

Según este podólogo en los últimos años las personas se han concienciado más de la importancian de cuidar los pies, ya que en la clínica Sagrado Corazón, en la que lleva cuatro años trabajando,recibe unas 15 consultas diriamente siendo los casos más comunes que atiende afecciones como la hichazón, irritación y escozor entre dedos, producidos por el sudor.

En los niños, lo más usual es el aumento de sudoración o bromohidrosis, mientras que en la edad adolescente y adulta masculina, las consultas son por hongos, papilomas, piscinas y uñas encarnadas producidas por el incremento de la sudoración y el corte incorrecto de las uñas.

En edad adulta femenina, las más consultadas son las hiperqueratosis o durezas en talones y las temidas y antiestéticas grientas, que pueden llegar a infectarse y las rozaduras y ampollas provocadas por la utilización de calzados nuevos.

Para evitar las enfermedades y tener unos pies sanos, el doctor Domínguez recomienda lavarlos a diario con agua templada y jabón de ph ácido en caso de mal olor. Contra la deshidratación que lleva a la sequedad y grietas en los talones, tomar abundante agua, poner crema hidratante con urea, usar vaselina pura en la capa oleosa de los talones, exfoliantes naturales como piedra pómez y secar completamente los pies sobre todo entre los dedos.

Conviene no andar descalzo en zonas húmedas y concurridas como, piscinas, vestuarios, gimnasios y balnearios, sino utilizar sandalias o escarpines evitando el contacto directo con el suelo. En caso de hinchazón, dar pequeños paseos para reactivar la circulación, elevar los pies si nos sentamos y bañarlos con frío-calor.

Para el exceso de sudoración y el mal olor, utilizar calcetines y calzados transpirables de tejidos natutales y polvos que actúan como secantes y mantenedores del ph. Para evitar ampollas, rozaduras y puntos de hiperpresión, eludir zapatos nuevos, de puntas estrechas, tacón alto o materiales plásticos. Y tener en uso diario un par de pares de zapatos evitando así los mismos puntos de presión de unos y de otros. Por último, el doctor Domínguez aconseja cortarse las uñas rectas y visitar a su podólogo.