La Policía resta credibilidad al preso que dice que Marta fue quemada

'caso marta del castillo'

El interno envió una carta al juzgado en la que hablaba del testimonio de otro reo al que supuestamente Carcaño le habría confesado el final de la joven asesinada.

Miguel Carcaño, en los juzgados.
F. Pérez Ávila · J. Muñoz

20 de marzo 2012 - 05:03

La Policía Nacional resta credibilidad al relato del preso que aseguró en una carta que el cuerpo de Marta del Castillo fue quemado y enterrado. Este interno envió hace unos días un escrito al juzgado de Guardia de Sevilla en el que sostenía que el asesino, Miguel Carcaño, con el que coincidió en la prisión de Morón de la Frontera, le habría confesado a otro recluso el destino que le había dado al cadáver. El preso que firmaba la misiva hablaba de referencia, pues fue otro interno quien había hablado con Carcaño y le había contado luego la conversación al firmante de la carta.

La nota la recibió la juez de Instrucción 6, Mercedes Alaya, que se encontraba en funciones de guardia, e inmediatamente la remitió al juez de Instrucción 4, Francisco de Asís Molina, que mantiene abierta una pieza separada para la búsqueda del cuerpo de la joven asesinada el 24 de enero de 2009. Tras recibir la carta, el juez ordenó a la Policía que investigara si este relato podía tener algún viso de credibilidad. Siguió así la misma conducta que en todas las ocasiones anteriores en las que ha recibido información sobre el posible paradero del cadáver, incluida la petición del abuelo de Marta, José Antonio Casanueva, para que se buscaran pistas en la Ruta del Agua, en Camas.

La Policía examinó la carta y ha llegado a la conclusión de que la versión del preso no se sostiene. El comisario jefe de la brigada provincial de Policía Judicial, Manuel Piedrabuena, está elaborando un informe sobre esta nota que será remitido al juez en los próximos días, como ya hiciera cuando desaconsejó la búsqueda solicitada por el abuelo. En aquella ocasión, el comisario Piedrabuena incluyó un anexo en la que se detallaban uno a uno los más de cien lugares en los que la Policía había buscado el cadáver desde horas después de la desaparición.

El contenido de la carta es el siguiente: "Sé muchas cosas que Carcaño me contó pero a ti no te voy a contar nada. Él me dijo que no sabe dónde está Marta, que el Cuco y el otro se encargaron del cadáver. Que le dijeron que no se preocupase porque habían quemado a la niña y los restos los habían enterrado muy bien. Que no se preocupase, que jamás aparecería. Que en uno de los traslados, no sé si a comisaría o al juzgado, por un despiste de la Policía, los pusieron en las celdas próximas y uno de los otros le dijo que cuando le preguntasen por el paradero de Marta dijera que la habían arrojado al río".

La carta presenta algunas incoherencias. Así, menciona que la idea de decir que arrojaron el cuerpo al río surgió cuando los detenidos coincidieron en los calabozos, pero lo cierto es que Miguel Carcaño fue el primero en ser arrestado y confesar el crimen, y los otros dos acusados fueron detenidos horas más tarde, en el caso de Samuel Benítez, y a los dos días, en el caso de Francisco Javier García Marín, el Cuco. Ambos admitieron haber acudido con Carcaño hasta el puente de la vía verde de Camas para arrojar desde allí el cuerpo de Marta del Castillo. Pese a ello, sólo el menor fue condenado por encubrimiento, ya que Samuel Benítez; el hermano de Carcaño, Javier Delgado; y la novia de éste, María García, fueron absueltos.

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