La Policía Nacional ha abierto una investigación sobre unas presuntas amenazas y agresiones sufridas por un grupo de taxistas en la estación de Santa Justa. La situación en la terminal ferroviaria se parece cada día más a la que se vive en el aeropuerto de San Pablo, donde los taxistas que habitualmente rinden en estas instalaciones tratan de boicotear a los profesionales que tienen servicios contratados previamente. La tensión en el sector ha ido en aumento en las últimas semanas, hasta que el pasado 6 de septiembre se registraron una serie de incidentes que afectaron a nueve taxistas.

Ese día, varios conductores fueron increpados y amenazados cuando recogían a sus clientes mientras que otros vehículos llegaron a ser zarandeados y sufrieron el lanzamiento de huevos y otros objetos. Algunos incluso tuvieron que salir de la estación escoltados por la Policía. Al igual que ha ocurrido en el aeropuerto, el colectivo de taxistas de la estación trata así de impedir la recogida de clientes concertada previamente. Esta práctica no sólo es legal sino que incluso el Ayuntamiento de Sevilla colocó hace unos meses una placa para reservar espacio en la estación a los taxis concertados, precisamente en un intento de evitar incidentes como los ocurridos el 6 de septiembre.

Los taxistas afectados decidieron denunciar lo ocurrido ante la Policía Nacional y presentaron hasta nueve denuncias el día de los hechos. Aunque en un principio se interpusieron en la comisaría de Sevilla Este, el caso ha sido derivado al distrito Nervión, ya que la estación pertenece territorialmente a esta comisaría. El grupo de investigación de esta sede policial ha abierto unas diligencias para esclarecer lo ocurrido y ha comenzado ya a tomar declaraciones tanto a las víctimas de las agresiones y amenazas como a los presuntos autores, todos ellos taxistas que fueron identificados por los afectados, según confirmaron ayer a este periódico fuentes policiales.

A estas nueve denuncias se le une otra más presentada el día 17, esta vez ante la Policía Local. A raíz de estas quejas, el Ayuntamiento ha incrementado los controles policiales en la estación e incluso en una ocasión la grúa retiró un taxi que llevaba sin seguro desde abril. Sin embargo, la tensión apenas se ha rebajado y en los últimos días se han repetido las agresiones. El pasado lunes se produjo otro altercado que terminó incluso en una agresión física. En esta ocasión la víctima fue un empleado de un hotel que iba a recoger a un cliente y que recibió un puñetazo asestado presuntamente por uno de los taxistas que prestaba servicio en la parada. También han llegado a ser increpados otros taxistas que simplemente se disponían a dejar en la terminal a algún cliente y no a recoger a nadie.