La Policía releva al jefe de la Udyco tras el robo de los 150 kilos de droga

La Policía Nacional ha apartado de su puesto al jefe de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de Sevilla después de que la investigación por el robo de más de 150 kilos de droga de la Jefatura Superior le haya vinculado con un clan de narcotraficantes, a los que presuntamente favoreció. La Jefatura Superior de Policía ha acordado ya la destitución del jefe de la Udyco y su traslado a la comisaría de Centro, en la que desempeñará puestos relacionados con la seguridad ciudadana.

El traslado es inmediato y será efectivo en el momento que este inspector jefe se reincorpore a su puesto de trabajo tras unos días de asuntos propios que está disfrutando actualmente. Según indicaron ayer a este periódico fuentes policiales, la Jefatura ha tomado esta decisión siguiendo las directrices de la juez de Instrucción 19, que ha coordinado la investigación del robo de droga y que actualmente investiga al jefe de la Udyco por presuntamente favorecer a un grupo de narcotraficantes. Se trata del llamado clan de los Barriga, asentado en San Juan de Aznalfarache.

Algunos de los miembros de este clan conocían al jefe antidroga de Sevilla de investigaciones antiguas y la juez trata ahora de comprobar si los narcotraficantes se beneficiaron de esa relación. La principal prueba es un informe de la unidad de Asuntos Internos, que tuvo conocimiento de que en un domicilio de San Juan de Aznalfarache existía supuestamente un supermercado de la droga, con decenas de personas entrando a comprar a diario, que el máximo responsable de la lucha antidroga de Sevilla no hacía nada por impedir.

Cuando los agentes irrumpieron en la vivienda, sólo hallaron ocho gramos de cocaína, algo que llevó a Asuntos Internos a sospechar que hubo un chivatazo. En ese mismo informe, los policías detallan que la matriarca del clan preguntó por el jefe antidroga de Sevilla durante el registro del domicilio de San Juan. Asuntos Internos incluso investigó la posibilidad de que algunos confidentes hubieran recibido droga a cambio de información.

El jefe de la Udyco desmontó todas estas acusaciones en el juzgado el pasado 23 de octubre. En su declaración ante la juez, lamentó que los agentes de Asuntos Internos otorgaran más credibilidad a traficantes que a un policía con 35 años de experiencia -17 de ellos en la lucha antidroga- como él y denunció que se había sentido perseguido por sus compañeros, que desde el primer momento trataron de involucrarlo en el caso del robo de la droga.

En primer lugar, el jefe de la Udyco expresó sus dudas sobre la existencia de ese supuesto supermercado de la droga porque sólo se aprehendieron ocho gramos de cocaína. En segundo lugar, expuso que, aunque él tuviera conocimiento de ello, ese asunto no era competencia suya porque la Udyco se dedica a la investigación del tráfico organizado de drogas y no a erradicar puntos de venta. Igualmente, el jefe antidroga explicó a la juez que había estado a punto de querellarse contra sus compañeros de Asuntos Internos.

Este responsable policial, que renunció hace unos meses a salir de la Udyco para dirigir la comisaría de Bami, y otros dos mandos de su unidad permanecen imputados como presuntos autores de un delito de encubrimiento en el caso del robo de droga, ya que la juez considera que tuvieron conocimiento de las sustracciones antes de que el caso saltara a la luz pública. La juez cree que el jefe de la Udyco inició una investigación paralela, algo que él también niega porque informó de todos sus pasos a la Jefatura. El propio jefe superior, Enrique Álvarez Riestra, aportó los informes de la Udyco al juzgado para corroborar esta versión. De hecho, fue un chivatazo al jefe antidroga lo que precipitó las detenciones del presunto autor de los robos de droga, el policía de la Udyco Lars Sepúlveda Madsen, y sus dos cómplices.