"Portugal también tuvo una dictadura y son muy buenos en los idiomas"

Los invisibles

Lara Cortés, ayer en el hotel Inglaterra, aunque el inglés no lo trabaja.

18 de diciembre 2010 - 05:03

EL día de la entrevista, Lara Cortés (Sevilla, 1978) venía de traducir un pasaporte, un texto de cine francés y un ensayo jurídico. Moratinos la nombró intérprete jurada de Alemán y Francés. No en Inglés, pese a vivir cerca de la base de Morón.

-En la casa de Villalón en Morón recibían todos los días el Diario de Cádiz y Le Figaro...

-Mi afición por la cultura y por el idioma francés fue por casualidad. A mí lo que me atraía era el alemán, por su musicalidad, por la ópera, a través de Wagner sobre todo. En Salamanca estudio Interpretación en Alemán.

-¿Dónde inicia su bagaje?

-Me fui a Ginebra con una beca. A la Escuela de Traducción e Interpretación en la que estudian los intérpretes de Naciones Unidas.

-¿La Toledo del siglo XXI?

-Algo así. Allí conecto con todas las culturas posibles. Compartía piso, un piso muy grande, con una sueca, un senegalés, un suizo, una coreana, una china y una italiana. El mundo en miniatura.

-¿En Suiza empezó a trabajar de intérprete?

-Estaba con una beca Erasmus. El dinero lo ganaba con las clases de sevillanas que daba por las tardes en la Organización Mundial de la Salud con una chica de Sevilla, Sandra, a la que conocí allí. Su madre tenía una tienda en Los Remedios y montamos una pequeña cadena comercial de mantones y castañuelas.

-¿Los idiomas abren puertas?

-A mí me abrió la más grande. Los ministerios de Educación español y francés firmaron un convenio. Surgió la posibilidad de irse a las Antillas o la Guayana Francesa y no me lo pensé. Un tío mío había vivido en República Dominicana y tenía muy vivas sus fotografías, los cuadros de pintura naïf.

-¿Cuál fue su destino?

-Guadalupe. Primero en Abymes, La Grand Terre, una zona más caribeña en la mentalidad occidental; después, en La Mentin, la Basse Terre, mucho más salvaje. Y entre la Grand Terre y la Basse Terre, un periodo en Madrid. Acostumbrada a caminar descalza o con sandalias, no me cabían los pies en los zapatos. Pero lo que más me costaba era estar todo el tiempo dentro de edificios, en casas sin colores y viajando bajo tierra. Me volví a Guadalupe. Al contacto con la naturaleza. Un día subías a un volcán, otro ibas a la selva. La parte dura del Caribe con euros.

-¿Qué es un intérprete jurado?

-Lo que debería existir y no hay en la mayoría de los juzgados españoles. Prefieren el intérprete judicial, que es lo mismo y más barato. Es la diferencia entre abogado de oficio y de pago. Y hace, como dice una jueza de Madrid a la que han premiado los intérpretes, que haya acusados de primera y de segunda.

-Javier Marías, que es traductor además de novelista, ha novelado su oficio en Tu rostro mañana.

-Lo lleva al extremo. Pero cuando estás en la tensión de la cabina, por el tono tienes que adelantarte muchas veces a lo que van a decir. En alemán, por ejemplo, el verbo va siempre al final. Está en Kafka.

-¿El portugués tiene salida?

-Yo quise añadir el árabe. Ingenua de mí, dije: el portugués es menos complicado. Descubrí que en España hay poquísimos intérpretes en portugués.

-Ignoramos a los vecinos...

-Sabemos mucho más de Marruecos que de Portugal.

-En España, muchas civilizaciones y pocos idiomas...

-A mí me viene muy bien, pero es verdad. Un misterio. Decían que era por la dictadura de Franco, por el aislamiento. Los portugueses también tuvieron una dictadura y tienen un nivel altísimo en los idiomas.

-Mourinho es el intérprete mejor pagado del mundo...

-No sé si es alguien que sabe idiomas y se hizo intérprete o un intérprete que cambió de profesión. Me gustaría seguir su carrera.

-¿Fue difícil hacer de intérprete del Paris St-Germain en Sevilla?

-Fue muy bonito. Estuve en la rueda de prensa, en la cena de cortesía e incluso hice de speaker para dar las alineaciones.

-Alemán, francés, portugués. ¿Y el inglés viviendo junto a la base americana de Morón?

-A la base he ido mucho de niña con mi amiguita del alma, Amanda, hija de española y estadounidense. No iba a aprender inglés, sino a jugar en la bolera.

-¿Lee como traductora?

-Como la mayoría de los intérpretes, soy correctora. Suelo leer en diagonal. Estaba leyendo la última novela de Vargas Llosa: falta una coma, esto debería ir en cursiva, la concordancia está mal hecha. Acabé literalmente tirando el libro. Cuando me desintoxique en Navidad, volveré a leerlo.

-¿La traducción más difícil?

-En Guadalupe, en una misa en la que traducía al francés lo que decía en español un cura portorriqueño que se dedicaba a expulsar demonios. Supongo que el demonio sabía francés.

-¿Y la más gratificante?

-Fui a ver La Bohème. El segundo reparto era italiano. Me los encontré en la salida y los felicité en ese idioma maravilloso.

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