¿Quién es el Dioni de Almensilla?

Emulando los pasos del Dioni original, este vecino de Almensilla huyó a República Dominicana después de estafar a más de 600 familias

El desfalco del 'Dioni de Almensilla' queda reducido a condenas de dos y tres años de cárcel

El Dioni (a la izquierda), cuando fue enviado a prisión.
El Dioni (a la izquierda), cuando fue enviado a prisión. / José Manuel Vidal (Efe)

El apodo del Dioni va ligado directamente a la delincuencia debido al famoso caso que se vivió en España a finales de la década de los 80. En este caso, Dionisio Rodríguez Martín, 'El Dioni', era jefe de seguridad de un furgón blindado y aprovechó el despiste de sus compañeros para huir con un botín de 300 millones de pesetas, actualmente serían unos 2 millones de euros. Este hecho sin precedente y que acabó con la fuga de este personaje a Brasil, se ha repetido con algunas modificaciones en una localidad sevillana.

Julio Mateos Palacios es un vecino de Almensilla condenado por haber estafado a unas 600 familias de la zona, principalmente de edad avanzada, una cantidad superior a los 1,3 millones de euros. Una decáda después, la Audiencia Provincial de Sevilla le ha condenado a tres años de prisión al que fuera tesorero de la Junta de compensación del Sector F de Almensilla por un delito de apropiación indebida en relación al desfalco producido en la misma. Sin embargo, el Dioni de Almensilla no tendrá que volver a la cárcel, ya que habría cumplido la pena impuesta con el tiempo que permaneció en prisión provisional por este caso. La sentencia, contra la que cabe recurso ante el Tribunal Supremo, le impone asimismo el pago de una multa de 3.525 euros.

Por su parte, el segundo de los implicados, Ismael Perea, presidente de dicha Junta de Compensación y exconcejal socialista, ha sido condenado a dos años y un mes de cárcel y al pago de una multa de 2.700 euros, por la atenuante de dilaciones indebidas. Ambos condenados deberán indemnizar de forma conjunta a la Junta de Compensación del Sector F de Almensilla con el pago de 1.368.295,96 euros en materia de responsabilidad civil. Mientras, a Mateos Palacios se le exigen 40.942,04 euros adicionales por una serie de cheques emitidos que "fueron indebidamente cobrados por él mismo", según la setencia.

El tercero de los acusados, el auditor Juan Carlos Navarro, a quien se le imputó haber colaborado con Mateos Palacios, ha resultado absuelto por falta de pruebas contundentes. Navarro tenía una doble relación empresarial y de amistad "de tiempo atrás" con el Dioni de Almensilla porque era el apoderado y el gestor del bufete de su mujer, que además representaba a la junta de compensación en los procedimientos judiciales en que esta figuraba como parte demandada.

¿Cómo se produjo el desfalco del Dioni de Almensilla?

Los hechos ocurrieron entre 2009 y 2012. La Junta de Compensión, compuesta por los titulares de las parceles perdientes de urbanizar del Sector F de Almensilla, firmó un contrato de cuenta corriente con una entidad bancaria, con Juan Mateos e Ismael Perea como únicos autorizados en dicha cuenta. Estos se aprovecharon de su condición para detraer mediante cheques de los fondos de la entidad, con el único fin de enriquecerse ilícitamente.

En mayo de 2015, el Dioni de Almensilla reconoce en un correo electrónico haberse apropiado de dinero de la referida Junta. Mateos estuvo en paradero desconocido hasta que la Policía lo localizó en Santo Domingo en febrero de 2016. Tras ello, el juzgado de instrucción número 1 de Coria del Río emitió una orden de detención internacional y, finalmente, fue deportado por las autoridades de Inmigración de República Dominicana y detenido por la Policía Nacional en el aeropuerto de Barajas.

Juan Mateos Palacios permaneció en prisión provisional entre 2016 y 2019, cuando se acordó su puesta en libertad previo abono de una fianza de 40.000 euros. En el juicio, el Dioni de Almensilla ha reconocido los hechos imputados. Hasta 25 testigos lo identificaron como la persona que se encargaba de la gestión económica de la Junta sin ningún tipo de control.

El juzgado ha probado que entre ambos acusados existió un concierto previo para enriquecerse económicamente a costa de los fondos de la Junta, que se nutrían de las aportaciones de los propios comuneros, muchos de ellos gente mayor. Los afectados continuaron haciendo frente a los pagos "con el único fin de conseguir un lugar donde vivir, propósito éste que, desgraciadamente, en muchos casos no han podido conseguir a causa de la actuación delictiva de aquellos que, de manera egoísta y movidos por su codicia personal, se apropiaron de importantes cantidades de dinero aprovechándose de la ausencia de métodos de control, así como de la buena fe y desconocimiento de los comuneros y la confianza depositada en ellos por los propios copropietarios”, recoge la sentencia.

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