Reforma con intrahistoria

En el mismo lugar donde se reunieron antiguos dirigentes nazis, ex comandos SS y, paradójicamente, estadounidenses, se clausuró hace unos días el taller de empleo Casa de los Americanos, en un acto al que acudieron, entre otros, la directora general de Fomento e Igualdad en el Empleo de la Junta de Andalucía, Dolores Luna, el alcalde de Constantina, Mario Martínez, el presidente de Forja XXI, Francisco Navarro, y Juan José Ruiz, director general de esta fundación que ha organizado dicho taller empleo.

Durante un año, 12 desempleados mayores de 25 años -de ellos, 10 mujeres- han estado formándose en albañilería y solería, ya que la formación para el empleo es, precisamente, el objetivo principal de la Fundación. Además, han rehabilitado ya el cuarto edificio de los 19 que componen el complejo de la finca de La Carlina, destinado a ser un proyecto de turismo rural.

Estaban totalmente en ruinas, por lo que resultaba difícil imaginar la belleza anterior del palacete que ahora ocupan las monjas jerónimas de Constantina, los jardines que lo rodeaban y las viviendas unifamiliares que albergaron al personal estadounidense relacionado con el Escuadrón de Vigilancia Aérea nº 3.

El artífice de esta pequeña maravilla en la Sierra Norte no fue otro que Leon Degrelle, un belga fundador del partido Rexista, de inspiración católica y conservadora, que se identificó totalmente con las ideas nacionalsocialistas de Hitler durante la II Guerra Mundial, encontrando acogida en España unos años después del fin de la misma y haber sido sentenciado a muerte por crímenes de guerra.

La estancia de Degrelle en la Sierra Norte estuvo siempre acompañada por una serie de leyendas más o menos reales sobre sus negocios, tesoros del botín alemán de la guerra, huidas forzosas y sus contactos con antiguos nazis, pero también se convirtió en un personaje en Constantina, y en el palacete de La Carlina, por ejemplo, casó a sus hijas.

En la década de los 60, las edificaciones de La Carlina se derrumbaron y con el tiempo quedaron abandonadas. Luego pasó a ser propiedad del Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles de la orden de San Jerónimo, que firmó un acuerdo con la Fundación Forja XXI para la rehabilitación de los edificios, en un proyecto que ha financiado el Servicio Andaluz de Empleo y que ha incluido este taller de empleo y una anterior escuela-taller.

En el futuro, apunta Juan José Ruiz, serán empresas de la zona las que se ocupen de las obras, aunque se han comprometido a contratar a los alumnos formados en esta finca tan singular.