Residentes del Valle piden dejar sus coches en el parking abandonado
Denuncian que transeúntes rumanos hacen fogatas nocturnas y guardan entre la maleza sus pertenencias · Quieren saber si se construirá el aparcamiento de 2007
"Una desilusión muy grande" es la nota común de los vecinos del centro histórico afectados por el retraso del aparcamiento subterráneo del Valle, adjudicado en 2007 a la empresa Equipark (hoy Resipark 2011) y del que nada se sabe hasta la fecha.
Cinco años de espera y tres años de manifestaciones de protesta que han caído en saco roto son suficientes para desesperar a cualquiera. El colmo del descontento de los vecinos es que ahora el solar donde iba el parking está sirviendo a familias transeúntes rumanas para hacer fogatas nocturnas y para guardar las pertenencias y los carros que arrastran por la mañana en el entorno de la calle Sol.
La Policía Local llegó incluso a desalojar hace semanas los asentamientos que estos transeúntes habían montado aquí, relatan los vecinos. A día de hoy, sólo se quedan en el solar restos de ropas y sillas que quedaron de aquel desalojo.
Hay temor en los residentes de la zona a que se produzcan incendios descontrolados por la abundante maleza que ha crecido en el terreno tras años de abandono. En la última reunión semanal que celebraron los afectados del Valle se puso sobre la mesa la necesidad de que el solar se abra, al menos, como aparcamiento en superficie para paliar la necesidad de los residentes con sus vehículos.
Otra petición de los vecinos es que la Delegación de Movilidad del Ayuntamiento de Sevilla que dirige el delegado Demetrio Cabello diga claramente si se construirá esta infraestructura o si se anulará para siempre. El concejal Cabello y su director de área Enrique Medina guardan silencio sobre el futuro de éste y los otros 12 parkings adjudicados a Equipark, aun cuando habían prometido a los afectados que los mantendrían informados en todo momento.
Hasta ahora la única información que ofrece el gobierno local del PP son buenas intenciones del alcalde Juan Ignacio Zoido de que actuará contra los responsables políticos que adjudicaron estos contratos en el gobierno anterior. La amenaza señala directamente al ex delegado socialista Francisco Fernández, procesado judicialmente por presunta prebvaricación por el caso Iturri (material para Bomberos). Zoido no ha dejado de pedir calma y paciencia a los vecinos, pero han pasado siete meses desde que ocupó el sillón de alcalde y la paciencia se agota. Los vecinos quieren resultados prácticos, antes que promesas.
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