Sevilla

Romeros, carretas, bueyes y futbolistas

  • El regreso de las hermandades rocieras coincide con la celebración del Sevilla por su título europeo. El Salvador tuvo que cambiar su itinerario de vuelta.

Jueves 28 de mayo. 19:30. A esta hora, para muchos sevillanos, el mundo se divide en dos. La celebración del Sevilla y la llegada de los rocieros. Las fotos en Twitter lo constatan. Una comitiva de colores rojiblancos. Otra de estética romera y caras donde el sol de siete días estampó su huella. Fútbol y Rocío. No es ningún tópico. Es la estampa viva de una ciudad en una tarde del siglo XXI.

Para los peregrinos acaba una romería marcada por las elecciones y la Europa League (entiéndase como la Uefa). Un camino que concluye con un alcalde en funciones y parte de la ciudad (la otra, la de color verde, lo hizo el domingo) celebrando un triunfo deportivo.

El Rocío de 2015 es historia. La primera de las hermandades en regresar fue Sevilla Sur, que lo hizo el miércoles. Ayer le tocó el turno a Macarena, el Cerro del Águila, Sevilla y Triana. Día que siempre concita a numeroso público que acude a contemplar el regreso de las carretas. Sin embargo, este protagonismo quedó eclipsado ayer por la celebración de la cuarta copa de la Europa League lograda el miércoles por el Sevilla. Los actos organizados para festejar dicho logro obligaron a cambiar el recorrido tradicional que toman los rocieros del Salvador a su vuelta. Así, cuando la carreta que porta el simpecado de Sevilla llegó a la calle Dos de Mayo, en vez de tomar por el Arco del Postigo -como suele ser habitual- se adentró en el Arenal por Arfe y Adriano para tomar luego por Pastor y Landero. De allí giró hacia Reyes Católicos hasta la Plaza de la Magdalena, desde donde buscó la Plaza de la Campana y de este enclave a la calle Cuna para llegar al Salvador. La hermandad expresó su preocupación por los problemas que acarrea el adoquinado de la calle Cuna para los bueyes.

Por un itinerario cercano también discurrieron horas antes los peregrinos de la Macarena, al tiempo que los del Cerro hacían lo propio hasta alcanzar la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores.

Tarde de cita ineludible en el antiguo arrabal con la llegada de la decana de las hermandades rocieras de la capital. Triana como culmen del día. Con ésta son ya 202 las romerías vividas por los rocieros de la cava. Rosas, claveles y orquídeas en tonos rosáceos adornaban la carreta que llegaba a las ocho de la tarde a la Basílica del Cachorro. Como es costumbre, las carretas de bueyes despidieron al simpecado junto a la parroquia de San Jacinto, donde sus muros recuerdan en forma de azulejo a la Blanca Paloma.

Termina así esta romería. Con una tarde que evoca aquellas palabras de Juan Ramón Jiménez cuando en Platero y Yo se refería al regreso de las carretas: "Traen el rumor del lejano bosque de Donaña, el misterio del pinar de las Ánimas, la frescura de las Madres y de los dos Fresnos, el olor de la Rocina...". Estampa bucólica para un día de celebración futbolística. Y de atasco de tráfico de complicado olvido.

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