El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, inauguró en la mañana de este jueves la Unidad de Madres de Sevilla, una nueva infraestructura penitenciaria destinada a internas que tienen con ellas a sus hijos menores de tres años, y que tiene como objetivo conciliar el cumplimiento de la condena de la progenitora y la educación del menor en un ambiente adecuado para su desarrollo.

El acto de inauguración desarrollado en la mañana de este jueves contó con la participación del ministro; la directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo; el presidente de la Sociedad Estatal de Infraestructuras y Equipamiento Penitenciarios (SIEP), Ángel Martínez Sanjuán, y el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, entre otras personalidades.

Durante el acto, Pérez Rubalcaba destacó la "singularidad" de esta infraestructura, segunda que se inaugura tras la de Palma de Mallorca -hay otras previstas en Madrid, Tenerife y Valencia-, y precisó que en las cárceles españolas conviven un total de 6.000 mujeres -el ocho por ciento del total de presos-, de las que más del 80 por ciento son madres y de las que unas 200 tienen hijos menores de tres años.

En este sentido, lamentó la situación "durísima" que sufren los menores en las prisiones convencionales, "donde desde la guardería ven el muro de una cárcel", lo que constituye una "monstruosidad", por lo que destacó la idoneidad de estos centros específicos, en los que los niños "podrán vivir lo más parecido a la libertad del resto de niños de su edad, mientras que sus madres los podrán atender y tendrán posibilidades de reinsertarse".

Estas unidades son espacios ubicados fuera de los recintos carcelarios y por su situación, diseño y equipamiento están adaptadas para cubrir las necesidades de los menores en sus primeros años, al tiempo que se hace efectivo el cumplimiento de la condena de las madres. Así, se trata de una experiencia pionera en Europa que tiene como fin crear un ambiente adecuado para que los niños puedan desarrollarse emocional y educativamente durante el tiempo que tengan que permanecer en el centro, al tiempo que se favorece la reinserción social de las progenitoras.

Comedor, gimnasio y salas de juego

Con la creación de estas nuevas infraestructuras, se segregan definitivamente las unidades de madres de los centros penitenciarios y se les dota de completa autonomía para establecer un régimen de convivencia específico. La de Sevilla tiene capacidad para 33 madres y sus hijos; 30 de las habitaciones son sencillas, mientras que otras tres son de doble dormitorio.

Además, la unidad tiene comedor, talleres, aulas, biblioteca, gimnasio, consulta médica y salas de juegos, contando además con lavandería y una zona de comunicaciones para las visitas. Todo el recinto está dotado de las medidas de seguridad necesarias para asegurar el cumplimiento de las penas de las madres sin el impacto negativo para los menores.