La Sevilla ficción
puntadas con hilo
El gobierno de Espadas necesita proyectos que se hagan tangibles en poco tiempo. El reto de esta semana es convencer de la oportunidad de compra de la casa de Luis Cernuda
Hay una Sevilla ficción, que no es exactamente una Sevilla ficticia. Ni tampoco tiene que ver con el salón que reúne este fin de semana en Fibes a más de 15.000 jóvenes llegados desde todos los puntos del país para hablar de cómics, cine y series bajo el influjo que ejerce la ciudad después de acoger rodajes de sagas de culto como Star Wars o Juego de Tronos.
Sevilla ha tenido en las últimas décadas sus puntos frikis, ésos que anunciaban playas, puentes de lunares o pistas de esquí junto al Guadalquivir, por recordar algunas excentricidades. Éstos, y algunos más, forman parte de esa Sevilla ficción que se ha ido quedando en los titulares de la prensa, papel mojado en una ciudad donde, como en todas, soñar ha sido gratis y, por qué no, recomendable hasta que llegaron los malos tiempos para cualquier cosa que no implicara una salida a las emergencias sociales y económicas provocadas por la crisis y las malas gestiones políticas.
Por eso, el actual gobierno municipal se ha cuidado, como el que más, de lanzar fuegos de artificio innecesarios y, a la hora de saldar deudas de la ciudad, procurar que éstas fueran las económicas estrictamente. Con esta filosofía es difícil que un gobierno brille, más allá de los alumbrados navideños. Y, si no se gestiona el asunto bien, el riesgo de aparecer como un equipo político anodino y plano es evidente. ¿Alguien pensó que no era complicado gobernar en esta coyuntura? Seguro que no. El trabajo más duro es avanzar sin formar escándalo, con valentía y sensatez. Olvidarse de la ficción y apostar por las pequeñas y medianas realidades. Y, sobre todo, no perder ni el equilibrio ni los trenes que pasen por la ciudad.
Argumento
Con el patrimonio en desuso y abandonado que tiene todavía el Ayuntamiento de Sevilla, ¿es necesario sumar más bienes?
Cuando el Ayuntamiento confirma esta semana que va a comprar otro inmueble en el centro, después de meterse en la operación financiera para adquirir por cuatro millones de euros la Casa Fabiola, hay quienes no entienden la decisión. Es más, el promotor de la idea, el delegado de Hábitat Urbano, Turismo y Cultura, Antonio Muñoz, ha tenido que emplearse en convencer del acierto de este paso. Con el patrimonio en desuso y abandonado que tiene todavía el Ayuntamiento de Sevilla, ¿es necesario sumar más bienes?La negociación pretende cerrar en 390.000 euros la venta de la casa de la calle Acetres donde nació y vivió sus primeros años Luis Cernuda. Y no debe presentar más escollos que los que puedan poner los grupos políticos en el Pleno municipal, al que se someterá dicha decisión, pues el inmueble está ahora en el mercado inmobiliario desde hace unos meses -a mayor precio- y la intención de la Junta de Andalucía de declararlo Bien de Interés Cultural (BIC) no parece que vaya a animar a muchos otros compradores interesados en darle un uso residencial. El uso que persigue el Ayuntamiento es convertirla en sede del proyecto de la Casa de los Poetas, nacido en la etapa de Monteseirín, y en los ambientes culturales se ha acogido con entusiasmo la idea.
Y ése es precisamente el tren que Muñoz no quiere perder. Si Buenos Aires tiene a Borges, Londres a Dickens o Dublín a Joyce... ¿por qué Sevilla no puede tener a Cernuda? Es el argumento. Cernuda murió en el exilio, en México, y ahora Muñoz quiere saldar esa deuda de la ciudad. Dice el biógrafo del poeta que éste sentía una relación el amor-odio por una ciudad en la que nunca llegó a integrarse, aunque siempre recordaba cuando estaba fuera. El mismo sentimiento que va a generar, seguro, la decisión de Muñoz: es una buena idea, pensarán todos, pero ¿es el momento?, ¿es oportuna?
La operación no es muy costosa y puede ser una realidad en poco tiempo. La puesta en uso de Artillería o la rehabilitación total de Santa Clara, incluso la recuperación del Palacio del Pumarejo cuentan con partidas presupuestarias para este año. Y las naves de Renfe, ejemplo de otro patrimonio abandonado, está incluido en el plan de fondos europeos para la zona norte de la ciudad. Ninguno parece que vaya a ser, por tanto, parte de esa Sevilla ficción ya. Pero es difícil que estén a punto antes de que acabe el mandato. Lo de Acetres parece más fácil y, a estas alturas, el gobierno de Espadas necesita también tangibles, que dirían los asesores de Zoido.
E.T. y Muñoz.
Sin complejos, así se retrató el viernes el concejal Antonio Muñoz en Fibes. Montado en la bicicleta de Elliot, el niño de la película E. T.¿Logrará volar como en la cinta? De momento, su calificación dentro del gobierno es buena. Una iniciativa tras otra, lanzado se le ve.
Retales
¿Dónde está la treintena de empresas interesadas en la Zona Franca?
Juan Ignacio Zoido, como alcalde, vendió la Zona Franca de Sevilla no sólo como uno de los principales logros de su mandato, sino como una de las piezas claves para la recuperación económica de la ciudad. En su día, se hablaba de una treintena de compañías interesadas en un proyecto que, de entrada, se decía que apoyaban más de veinte empresas que contaban las horas para que los trámites burocráticos culminaran para poderse instalar en los terrenos de Torrecuéllar. Las había de diferentes sectores, andaluzas y hasta alguna internacional. El gobierno de Zoido estuvo más de dos años diciendo que la Zona Franca era una realidad y sin querer enseñar el listado de empresas al que hacía continuamente alusión. ¿Qué ha pasado? El mismo Javier Landa, ya no en su condición de concejal, sino de delegado especial del Gobierno para el Consorcio de la Zona Franca, es quien dice ahora que no hay empresas, bueno que sólo hay cinco, la quinta parte de lo necesario para que el recinto subsista. Y, ahora, justifica que sólo han pasado unos meses y que harán falta al menos tres para que el proyecto se consolide. ¿Pero no era una realidad hace más de dos años? Parece que no. La pelota vuelve al tejado del Gobierno central, donde ahora está Zoido.
El rey Baltasar que más caramelos ha tirado de la historia de la cabalgata
Cuenta con satisfacción el alcalde, Juan Espadas, que el Ateneo lo ha felicitado después de la cabalgata de este año por haberse convertido en el rey Baltasar que más caramelos ha tirado de la historia. ¿Cómo? Ocho mil kilos de dulces. Al primer edil se le enciende la mirada cada vez que alguien le pregunta por la experiencia del 5 de enero, que relata con el entusiasmo propio de un niño. Lo mismo el año que viene cambia de estrategia y se atreve a felicitar la Navidad a los sevillanos con un christmas, no necesariamente menos laico, pero sí que refleje un poco mejor el espíritu de esas fechas. Porque mira que recurrir a una foto del monasterio de la Cartuja y a la ilusión de la Expo del 92... Hay otras formas de simbolizar la ilusión de esas fechas. Un ejemplo, la mirada de un niño, uno cualquiera, no necesariamente el niño Jesús.
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