'Viaje' del Archivo de Indias a la Casa de la Moneda
Calle rioja
Homenaje. Un busto en la antigua Lonja, un libro editado en Canarias y una visita a la calle que lleva su nombre junto a la Torre de la Plata, triple homenaje a Morales Padrón.
DEL Archivo de Indias a la Casa de la Moneda. El viaje más coherente para homenajear a un americanista. Un viaje en el espacio como metáfora de un viaje en el tiempo emprendido por Francisco Morales Padrón (Santa Brígida, Gran Canaria, 1923-Sevilla, 2010). Sevilla tiene la obligación moral de descubrir a quien durante medio siglo fue catedrático de Historia de los Descubrimientos Geográficos.
Familiares, amigos y discípulos asistieron en el Archivo de Indias a la inauguración de un busto de Morales Padrón, obra de su paisano el escultor canario Manuel González. El arabista Rafael Valencia, director de la Academia de Buenas Letras, estuvo presente en este recuerdo de quien llevó los mandos de esa institución entre 1981 y 1990, en puertas de la Exposición Universal del 92. Una gesta colombina que no se entendería sin la escala canaria.
Helena Ruiz Gil, viuda de Morales Padrón, lo conoció como alumna. Se casaron en La Rábida. "Era un huracán del americanismo", dice Manuel Romero Tallafigo, que durante diez años, alentado por el propio Morales Padrón, viajó al archipiélago para enseñar Paleografía a los canarios. Uno de sus alumnos ha sido Marcos Pacheco Morales-Padrón, 23 años, nieto del catedrático e investigador.
La corte afectiva y científica de Morales Padrón se trasladó a la Casa de la Moneda. Por iniciativa de la Asociación de Vecinos de este privilegiado entorno, se ha rotulado una calle con su nombre. Una vía sustraída al aparcamiento situado junto a la torre de la Plata y a espaldas del edificio de Previsión Española de Rafael Moneo. "Es una vergüenza que estén haciendo un bodrio que tapa la Torre de la Plata y tengan parada la obra de la Casa de la Moneda", dice Pachi Bores, que entre 1982 y 1986 presidió la asociación de vecinos del barrio de Santa Cruz, el mismo donde residía Morales Pradón. "Lo han convertido en un zoco. En aquella época era delegado de Urbanismo Víctor Pérez Escolano, del Partido Comunista, y estaba todo mucho mejor regulado".
Canarias dio un presidente del Betis, Hugo Galera Davidson, y un pregonero de la Semana Santa, Francisco Morales Padrón. En ambas circunstancias con la presencia de José Carlos Campos Camacho, médico, directivo verdiblanco y presidente del Consejo de Cofradías que encargó a Morales Padrón una pieza que tituló Y Sevilla se hizo Jerusalén.
Con sus discípulos, Sevilla se hizo La Habana, San Juan de Puerto Rico y Santo Domingo. Enriqueta Vila, que también dirigió la Academia de Buenas Letras, lo conoció cuando se embarcó literalmente en el proyecto de Morales Pradón de rescatar la historia del Caribe español, ambicioso plan en el que éste realizó monografías ya clásicas sobre Jamaica o la Trinidad Española.
Amidea Navarro, delegada de Casco Antiguo, representó al alcalde de la ciudad. Juan José Laforet, cronista oficial de Gran Canaria, coordinó y editó el libro Morales Padrón y Sevilla impreso en Canarias, la segunda patria del sevillano adoptivo. Su americanismo es un puente entre Sevilla y las islas, entre la torre de la Plata y la torre del Oro. Libros que son como galeones de un sabio que dirigió dos colegios mayores y estudió los corrales de vecinos.
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