El afamado lutier Cayuela se jubila tras toda una vida entre guitarras

Cierra su tienda de la calle Zaragoza tras una dilatada trayectoria y centenares de guitarras en su haber

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Tienda de guitarras de Juan Luis Cayuela en la calle Zaragoza / Juan Carlos Vázquez

Un gran artesano que se jubila. Juan Luis Cayuela, uno de los mejores lutieres de Andalucía, ha colgado las herramientas tras toda una vida fabricando guitarras. Desde hace unas semanas un cartel de "se alquila" cuelga en su tienda de la céntrica calle Zaragoza de Sevilla. "Ahora me dedicaré a hacer guitarras como hobby", explica este andujareño que heredó el oficio de su padre y que, además, es todo un maestro como concertista clásico.

Juan Luis Cayuela cumplió 70 años el pasado 10 de abril y ha decidido que ya era hora de jubilarse tras toda una vida dedicado a la fabricación de guitarras. Y decir toda la vida no es una exageración. Se puede decir que echó los dientes en el taller de su padre: "Yo pasaba todo el día en el taller. Desde chiquitillo me encantaba el olor de la madera. Empecé calentando la cola".

Juan Luis Cayuela en su tienda de guitarras ya cerrada. / Juan Carlos Vázquez

La saga de los Cayuela como fabricantes de guitarras artesanales la inició Juan Luis Cayuela Callejas, abuelo de nuestro protagonista. Guitarrista aficionado, nació en Andújar (Jaén) en 1901. Él transmitió la afición a su hijo Javier, nacido también en esta localidad en 1927. "Mi padre era ebanista. Aprendió a tocar la bandurria con un profesor que había frente a su casa y un poco de guitarra con mi abuelo. Ganaba un dinerillo tocando en los bailes y en casas".

La primera guitarra que fabricaron los Cayuela data de 1949. La hizo el padre tras volver de la Mili y tras un luctuoso suceso: "El compañero que tenía para toca había vendido la guitarra. Mi padre fue a pedirle la suya a su tío. Entonces se colgaban con una guitita de una alcayata. Se había caído y estaba destrozada. Mi padre se la llevó y la arregló. Le sacó las plantillas y todo. Ésa fue la primera. Luego le hizo otra para mi abuelo. La conservo en el taller. Así empezó a hacerlas en serie para Málaga, Madrid y otros lugares". Sus maestros fueron los afamados lutieres de entonces, como Miguel Rodríguez, Manuel Reyes o José Ramírez.

Como la fabricación iba viento en popa Javier Cayuela abrió su primer taller. Vendía unas 500 o 600 guitarras cada año. Por ejemplo, a la popular Casa Damas, tienda histórica de Sevilla.

Juan Luis Cayuela armando una guitarra. / M. G.

El éxito como constructores de guitarras les trajo hasta Sevilla. En 1973 compran el local de la calle Zaragoza. Tras la jubilación del padre, Juan Luis Cayuela Bachiller sigue con el negocio. En esta tarea ha podido desarrollar todo lo que aprendió de sus mayores y de los años de su formación como músico: "Empecé a tocar la guitarra con siete años. Las primera clases me las dio mi padre. Luego recibí, por un tiempo, clases de guitarra del maestro, Antonio Anguita Ayala, de Jaén. He estudiado en los conservatorios de Córdoba y Sevilla. He aplicado a mi trabajo todo lo aprendido sobre el timbre de sonido, ondas sonoras, afinación... Me ha llegado la jubilación y seguía haciendo pruebas. Me gusta mucho mi oficio. Soy muy perfeccionista".

Esta fama de perfeccionista y buen fabricante llevó a la Junta de Andalucía a seleccionar a Juan Luis Cayuela entre todos los lutieres de Andalucía para participar en París en una feria de artesanía. Fue hace 15 años. "Recibí una llamada por si me interesaba. Estuve allí una semana. Fue un éxito".

Cayuela cuando estuvo en la feria de artesanía en París. / M. G.

Las guitarras de Cayuela oscilan en precio desde los 1.500 euros a los 10.000. Cada una cuenta con unas 170 horas de trabajo, aproximadamente. Si algo que las distingue del resto, es su capacidad para entender el instrumento que estas sensaciones puedan llegar al guitarristas. Todo ello da como resultado unas guitarras con una comodidad extrema, alta sonoridad y gran belleza exterior.

"Los que empiezan tienen que recorrer un largo camino. En las escuelas-taller no se aprende nada. Esto es un oficio que se aprende trabajándolo. Queriendo aprender más cada día. ¿Lo más complicado? Saber elegir un buen material. Tener paciencia para que la madera se seque completamente...".

Cayuela con una de sus guitarras. / Juan Carlos Vázquez

La gran mayoría de los clientes de Cayuela son extranjeros que han acudido expresamente a por una de sus guitarras. El 90% o 95% las ha vendido a Estados Unidos, Inglaterra, Chile, Rusia, Alemania, Francia o Chile.

En su faceta como concertista, Cayuela ha tocado en teatros de toda la geografía española. El último concierto lo dio en el sevillano Lope de Vega. Todo un privilegio para quien lleva la vida entera abrazado a una guitarra.

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