Por fin se despeja el camino. A la segunda, el Ayuntamiento de Sevilla ha conseguido la aprobación del Gobierno para financiar, a cargo del programa del 1,5% cultural, la restauración de la Muralla de la Macarena. En total, el Gobierno central aportará el 45% del presupuesto de casi un millón presentado por la Gerencia de Urbanismo para este fin. La comisión estatal del 1,5% ha elevado este miércoles al Ministerio de Fomento la propuesta para su financiación. Y no es el único proyecto que recibirá fondos estatales en Sevilla, también hay una importante ayuda para obras en Santa Clara, además de otros bienes de la provincia.

Esta inyección económica permitirá acometer los trabajos de conservación en este patrimonio histórico de la zona norte del centro, declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Y, sobre todo, apoya el compromiso, que ahora parece ser firme, del gobierno local para reforzar el valor de este enclave histórico y acercarlo a los circuitos turísticos de la ciudad. El 55% que aportan las arcas municipales permitirán agilizar los trabajos para poner a punto la muralla, rehabilitada en varias ocasiones en los años 80 y, por último, en 2006. Obras que prepararán al monumento para dotarlo también de un museo o centro de interpretación en la Torre Blanca y poder abrirlo también a las visitas, aunque esto forma parte de una segunda fase de intervención.

Permiso para extraer materiales de la muralla

En paralelo, la Comisión Provincial de Patrimonio ha dado también este miércoles luz verde a una actuación solicitada por la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla para extraer y analizar materiales de la Muralla de la Macarena. Estos trabajos servirán de base para acometer la citada restauración completa del tramo comprendido entre el Arco de la Macarena y la Puerta de Córdoba. El visto bueno de este órgano de la Junta de Andalucía es preceptivo.

El estudio que ha obtenido los permisos plantea la obtención de muestras que permitan realizar ensayos de caracterización y datación sobre los materiales que se utilizaron para la elaboración de las tapias de la muralla, en dicho tramo, así como su dosificación, presencia de sales solubles de carácter extensivo que puedan actuar con la humedad, estructura porosa de la tapia y la determinación de su resistencia mecánica, según recoge el expediente al que ha tenido acceso este periódico.

Estos ensayos son necesarios para redactar un proyecto de restauración de la Muralla, que no corre ningún riesgo de derrumbe pero sí una erosión importante y lógica desde el punto de vista técnico.

Según se detalla en la solicitud, está prevista la toma de 14 muestras y 4 sondeos mediante medios mecánicos en las partes que presentan lesiones y procesos patológicos. No obstante, para caracterizar una tapia original las muestras se tomarán de zonas no alteradas, por lo que se extraerán del interior del muro, en concreto, de su fachada extramuros. Entre los trabajos previstos se contemplan lecturas de georradar, termografía y medidas de vibraciones ambientales.

La empresa adjudicataria de esta actuación es Labrvm, que firmó ya un contrato con Urbanismo en febrero. El proyecto se inscribe en una línea de colaboración más amplia acordada entre el Ayuntamiento de Sevilla y la Escuela Técnica Superior de Arquitectura y Escuela Superior de Ingeniería de la Edificación de la Hispalense, en la que participan catedráticos y profesores como Antonio Jaramillo y Jacinto Canivell, entre otros.

¿Obras en 2020?

El concejal delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo de Sevilla, Antonio Muñoz, espera que en 2019 se lleve a cabo la licitación de las obras de restauración y consolidación de la muralla de la Macarena, también la rehabilitación de la Torre de Don Fadrique y del su entorno, en el Convento de Santa Clara, una vez que el Gobierno ha aprobado provisionalmente la subvención con cargo al programa del 1,5%. Si así fuera, teniendo en cuenta que las elecciones municipales se celebrarán en mayo, las obras podrían estar ejecutándose en 2020.